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El Principado valora que la obligación de consumir sólo en mesa se aplique sólo a ciertas horas

"Nos hacen volver a la fase 2", lamenta el sector

Rita Camblor, José Luis Álvarez Almeida y Javier Fernández, ayer, durante la reunión en la Consejería de Presidencia del Principado. Amor Domínguez

El anuncio del aumento de las restricciones en la hostelería y locales de ocio asturiano adelantado por la Consejería de Salud en rueda de prensa, y con total desconocimiento por parte del sector, ha hecho saltar todas las alarmas y provocado un profundo desconcierto, malestar, e incluso indignación en el sector, según algunas fuentes. El Gobierno regional declaró que quiere

El Gobierno regional anunció que quiere prohibir el uso de las barras en todos los locales (algo que afecta en especial a chigres y sidrerías), aunque la decisión final se tomará en el Consejo de Gobierno de hoy. Ante el impacto económico de la medida, el Ejecutivo sopesa que la limitación al consumo en barras sea más flexible, suprimiéndolo solo a partir de ciertas horas, según ha podido saber este periódico.

La limitación ha encendido a algunos hosteleros, que incluso han impulsado grupos de mensajería para exponer sus protestas y alguno llegó a plantear un cierre patronal. "Nos llevan a la ruina, no habrá manera de salir de los ERTE, y lo peor es que no se ha registrado ni un solo caso en estos negocios. El que hay fue en una terraza, no en el interior, y no se sabe el foco", afirmó un hostelero resumiendo el malestar general en el sector.

El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, no se ha cansado de repetir en las últimas semanas que sería contundente en la adopción de medidas para contener al covid-19. Una advertencia que se centró especialmente en los jóvenes y que supuso la prohibición expresa de los botellones. También se había dado un plazo de días a los locales de ocio nocturno para aplicar medidas restrictivas, por lo que el anuncio de que se adelantará el horario de cierre no supuso tampoco una sorpresa tras las múltiples intervenciones y multas que realizaron la Policía, la Guardia Civil y las policías locales durante el pasado fin de semana en diversas localidades.

Pero lo que nadie se esperaba era que se pretenda restringir de nuevo el consumo en la barra de los bares, fundamental en negocios como las sidrerías. La patronal de hostelería y turismo de Asturias, Otea, rechazó ayer realizar declaraciones a la espera de conocer la normativa que aprobará previsiblemente hoy el Consejo de Gobierno de Adrián Barbón. Distintas fuentes confirmaron el "cabreo" en la dirección de la organización empresarial, que no fue informada de los planes del Principado pese a que a primera hora de la tarde su presidente, José Luis Álvarez Almeida, y el vicepresidente Javier Martínez, mantuvieron una reunión con la Consejera de Presidencia, Rita Camblor, en la que la patronal proponía tratar un posible cobro de entradas en bares de copas, como habían propuesto locales de Oviedo para ayudar a controlar el problema.

Otras fuentes aseguraron que Otea intentó contactar, entre otros, con la Viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, sin que obtuviera respuesta alguna. Por contra, los teléfonos en la sede de Otea y de los directivos echaron humo desde primera hora de la tarde. Todo eran protestas. Varios hosteleros asociados coincidieron en señalar que "es como volver a la fase dos, cuando no se podía consumir en la barra. Ahora falta que nos digan que tenemos que recortar también de nuevo el número de mesas. Quieren que vengan turistas y a la vez están empeñados en cerrarnos".

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