Sábado 22 de agosto: tal vez una de las fechas con mayor afluencia de visitantes al parque natural de Redes, y a una de sus principales atracciones, la ruta del Alba. Pero este ir y venir constante de gente parece no ser del gusto de todos. La pista del monumento natural amaneció ayer cortada por tres barricadas, formadas por árboles, algunos de grandes dimensiones, talados y arrojados sobre el camino. En algunos puntos de la ruta, además, carteles advirtiendo que "los pueblos no son solo para el verano. Los pueblos no viven por los veraneantes, sobreviven por sus habitantes". La "turismofobia" parece haberse instalado entre algunas personas, si bien el grueso de los vecinos de Soto de Agues, pueblo desde el que parte la ruta, condenaba ayer lo sucedido: "Estos solo puede ser perjudicial para todos".
Malo para el turismo y la hostelería, para la imagen del concejo de Sobrescobio. Y para los ganaderos, porque lo ocurrido ayer no solo importunó a los senderistas, también a algunos de estos profesionales que tuvieron que realizar su trabajo con más dificultad que un día normal. El origen de los anónimos, eso sí, invita a pensar que se trata de una lucha entre ambos sectores, los dos pilares económicos del parque natural. "Estimado caminante, le queremos recordar que la ruta del Alba es un camino de origen ganadero", por el que "transitan tanto ganado como vehículos agrarios, además de usted. No es ningún paseo peatonal en el que usted tenga preferencia, ni un área de recreo para sus perros. Por la seguridad de todos llévelos atados". Además, añade que "todos cogemos" en la ruta, pero "recuerde, se hace camino al andar, y de educación es no molestar al que está trabajando en su medio de vida. ¡Muchas gracias por respetarnos y disfrute de nuestro pueblo y nuestros montes!".
Durante la mañana, fueron muchos los senderistas que decidieron dar la vuelta al encontrarse el camino cerrado. Los operarios del Ayuntamiento de Sobrescobio, tras tener conocimiento de lo ocurrido, acudieron a la ruta. El sabotaje se había producido a unos 4 kilómetros del inicio del camino, que tiene algo más de 7 de longitud total. Con motosierras y paciencia -eran numerosas las ramas y los árboles talados- fueron abriendo paso. Una operación que tuvieron que repetir en tres ocasiones, tantas como barricadas se habían colocado. A la hora de comer, la normalidad había vuelto al "camín de Agüeria", nombre tradicional de la senda.
El alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, condenó los hechos y mostró su repulsa "por este tipo de acciones anónimas, así como por los carteles, también anónimos" colocados durante el recorrido. El regidor aseguró que "la gente que visita nuestro concejo es bien recibida por la inmensa mayoría de los vecinos". Al mismo tiempo, pidió a los turistas que fuesen respetuosos con el trabajo de los ganaderos, y llamó a los visitantes a "atenerse a la señalización y no aparcar" donde no se pueden estacionar vehículos. Por su parte, la asociación de empresarios Redes Natural quiso "condenar de forma contundente" lo ocurrido, que "perjudica a todos".
