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ENRIQUE GONZÁLEZ | Gerente del Hospital Universitario San Agustín, cesado por la Consejería de Salud

"Aprendí a pinchar en el Hospital y quería jubilarme como gerente en el San Agustín"

"El PSOE no tiene nada que ver con una decisión operativa del Consejero, que es quien tiene un proyecto en la cabeza y debe ejecutar"

Enrique González, en su despacho en el San Agustín. MARA VILLAMUZA

Enrique González, avilesino de 62 años, asumió en febrero de 2017 la gerencia del área sanitaria avilesina. Llegó a ese despacho desde el Servicio de Atención al Ciudadano y con una amplia experiencia en gestión sanitaria: Viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía, director general de Innovación Sanitaria del Principado... Hace unos días anunció su cese: la Consejería de Salud que dirige el también avilesino Pablo Ignacio Fernández Muñiz no cuenta con él en su "staff" y la plaza de González ya ha salido a convocatoria. La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los profesionales: "Se va un gerente que hacía las cosas bien".

- "El futuro no es lo que va a pasar sino lo que vamos a hacer". Así subtituló su plan de trabajo cuando asumió el cargo

-El mismo día que me incorporé presenté ese proyecto que tenía siete retos y, a día de hoy, puedo decir que hemos recorrido todas las líneas marcadas. Dicho plan de trabajo respondía al cambio del perfil del paciente que llegaba al Hospital: estábamos ingresando en torno a un treinta por ciento de personas mayores de ochenta años y, en año y medio, ese treinta por ciento creció hasta un treinta y cinco. Es entonces cuando analizando los índices de envejecimiento (este baremo calcula el número de habitantes censados mayores de 65 años por cada joven menor de 14) apreciamos que España está en 120, Asturias en 214 y nosotros, de media, estamos en 219 si bien tenemos concejos como Muros de Nalón que está en 358 o Cudillero en 371. Esta es la realidad que había cuando llegué a la gerencia. Partiendo de esto impulsamos esas sietes líneas de trabajo que pasan por tener una organización más amigable, mejorar la dotación de las unidades, la coordinación o tener una política de personal diferente para que la gente quiera venir a trabajar aquí.

- También han incorporado a la plantilla a un geriatra que coordina la atención a los dependientes de las residencias de mayores.

-Continuamos compilando datos y nos damos cuenta de que hay cerca de 1.800 personas que viven en residencias de ancianos. También hay un número importante de personas mayores que viven solas, aunque ese dato no lo tengo, porque no he llegado ahí, tocaba para esta segunda etapa. Pero con esas 1.800 personas en residencias teníamos que tener un plan porque estábamos detectando muchos ingresos, y muchos de ellos por cosas que se podían evitar. Entonces, contratamos una médico geriatra y una enfermera especialista en geriatría y así salió el programa de atención al paciente institucionalizado, que es un proyecto singular que no hay en otras áreas sanitarias de Asturias y no me suena en el resto del país. Con este proyecto hemos reducido el número de ingresos de personas que viven en residencias de un catorce a un ocho por ciento. El planteamiento era seguir avanzando en otras dos residencias, ya privadas, en los próximos meses.

- Apostó también por la hospitalización a domicilio.

-El enfoque del hospital tiene que ser diferente cuando hay tantos mayores: hay que agilizar diagnósticos y tener vías de salida rápidas para que los mayores salgan de un medio hostil como es el hospital. El Hospital a Domicilio tenía un funcionamiento limitado y lo hemos dotado de personal y procedimientos. Ahora estamos en cifras por encima de los 700 ingresos anuales. Esto nos permite que las personas estén menos tiempo en el hospital con la medicación y los cuidados que necesitan. El programa de cuidadores también se ha desarrollado con éxito.

- Parece satisfecho. ¿Se va con la sensación de dejar un barco en marcha y en buena línea?

-Cuando se convoca la gerencia, de eso hace tres años, yo me presenté y el consejero (Francisco del Busto) me designó para ocuparme del área. Yo tracé un plan con un horizonte: el final de la legislatura. Otra cosa es que el plan tiene segunda parte: hay que avanzar, hay que desarrollarlo y hay que mejorar infraestructuras. Este proyecto está ahora en una fase de madurez y en los próximos tres años estaba previsto hacer una serie de cosas. El trabajo hecho está hecho y no hay marcha atrás. Algunas ideas que hemos planteado en el último mes intentaremos cerrarlas.

- ¿Por ejemplo?

-Un cambio en la organización de las consultas en Medicina Interna, para tener una consulta de resolución rápida.

- Entonces, trabajaba con la idea de seguir.

-Sí, obviamente sí. Mi idea era seguir. No tenía ningún otro planteamiento, porque si te ocupas de una gerencia y en algún momento te planteas lo contrario se debe llamar a la superioridad y comunicarlo para que busquen un relevo. Este es un trabajo muy exigente. Si no estás con todo el interés, mejor no estar. Aquí hay 148.000 usuarios y cerca de 2.000 personas trabajando permanentemente.

- Le faltan tres años para la jubilación. ¿Su ilusión era jubilarse como gerente del Hospital San Agustín?

-Esa era mi expectativa, mi deseo, de nadie más. Cuando hay proyectos en marcha y no tienes ningún síntoma de fatiga pues ilusiona seguir trabajando con el mismo ímpetu que el primer día.

- Pero le llamaron del Servicio de Salud para comunicarle su cese.

-Y no contaba con ello.

- ¿Aquí estaba feliz?

-Sí. Estaba contento e identificado con el proyecto. Además tengo una parte de piel fina y vinculo muchas cosas. Yo empecé en el San Agustín en 1978 y estuve cuatro años como estudiante, por las mañanas aquí y por las tardes en la Universidad. Lo que sé de medicina lo aprendí aquí, y aquí aprendí a pinchar con las enfermeras del Hospital. Además de esto, estuve treinta años fuera de Avilés, quince en Andalucía. Cuando saqué la plaza en propiedad en la OPE de 2000 elegí Avilés, quería terminar mis días en el hospital en el que empecé. Entonces este proyecto tiene una parte profesional y afectiva. Además de todo, las cosas iban bien porque conseguimos una interacción fuerte entre profesionales, sociedad y ayuntamientos, y todo esto no cae del cielo.

- ¿La gerente del Sespa le explicó las causas de su cese?

-Yo no pregunté. Entiendo que el Consejero debe tomar las decisiones que debe tomar, debe montar su equipo? y a partir de ahí todo lo demás. Sé que se ha dicho que eran cosas de partido, pero no tiene nada que ver el PSOE en esto. El Consejero ha dicho otra cosa, busca otro tipo de perfil y ya está. El partido no tienen nada que ver en esta decisión. Llevo 35 años en el partido como afiliado y cuando llevas 35 años hay cien mil debates. El PSOE es un partido muy vivo. En una asamblea se debate y yo he estado en mayorías y en minorías. En mayoría estás para echar una mano y en minoría lo primero es no molestar y si quieren que eches una mano, se echa. Pero no ha sido mi caso .Y he estado en líos de todo tipo. Yo estuve en Iniciativa por el Cambio y nunca nadie me pasó factura y ahora tampoco, me consta. No tiene nada que ver el PSOE con una decisión operativa del Consejero, esto lo puedo asegurar.

- ¿Las relaciones personales con el Consejero eran buenas?

-Sí, nos conocemos hace muchos años.

- Estuvo a su mando aquí en el Hospital.

-Él tenía su jefe de servicio, era cirujano aquí en el San Agustín.

- ¿Y no le genera desazón que un compañero sea el que le diga que su tiempo ha terminado?

-Él lo ha decidido y yo no voy a entrar a valorar: lo ha hecho, tiene su proyecto en la cabeza y es su obligación tener ese proyecto y ejecutarlo.

- Su idea era algo así como "reconstruir" el Hospital Universitario San Agustín.

-Así es. El proceso del hospital está en tránsito, un tránsito que generacionalmente va avanzando. Teníamos la visión de consolidar aquellas áreas de actividad que se pueden mejorar con la incorporación de profesionales jóvenes. Un ejemplo: se están haciendo endoscopias digestivas gracias a que se han juntado unos profesionales muy buenos que están haciendo resecciones submucosas de tumores de un tamaño a cierto nivel. En neumología estamos también haciendo técnicas para otras áreas sanitarias. El Hospital está intentado asimilar la renovación generacional. También se está produciendo mucho movimiento en enfermería.

- ¿Y en Atención Primaria?

-La situación es mucho más compleja y es necesario poder parar un momento y reorganizar las consultas. Pero para hacer eso se necesita personal. Si todos los días faltan uno, dos o tres profesionales hay que repartir un montón de demanda y se complica todo. Esa es una de las cuestiones de las que hay que estar pendientes. En el último concurso de traslados se han ido catorce personas y se han cubierto con otras que han venido desplazadas de otras áreas.

- ¿Cuántos profesionales faltan para tener la plantilla del área sanitaria completa?

-Tenemos unas catorce vacantes en medicina de familia. Esto no es que falten catorce médicos, sino que son médicos eventuales que ocupan esos huecos y, además, hacen otras cosas. Nos falta también una vacante de pediatría, en lo que respecta a Primaria. En el Hospital tenemos un problema serio en Dermatología porque va para dos años que no logramos cubrir los puestos, y eso genera una lista de esperar superior a la deseada. En Traumatología también nos movemos con dos o tres personas por debajo de lo que deberíamos. Lo que se hace en Dermatología es que uno de los profesionales pasa consulta por la tarde. En Traumatología hemos intentado reorganizar la demanda. Trauma tiene mucho de aquello del "médico de huesos", pero el traumatólogo es un cirujano. Por este motivo estamos ahora filtrando las peticiones de consulta que se derivan, según el caso, al traumatólogo, al reumatólogo o al rehabilitador. Para esto hemos metido un cuarto reumatólogo.

- Apostó por el 3-3-2 en enfermería; esto es, tres enfermeras en turno de mañana, tres en el de tarde y dos en el de noche.

-Aquí había una situación escandalosa de falta de personal de enfermería por la noche y ahora hay 3-3-2 excepto en dos unidades que se completarán próximamente. Esto es obligado. Pasaba que a la una de la tarde, que es cuando llegan las comidas, había gente aún sin levantar o sin asear y eso solo se puede hacer bien con más personal. Cuando me comprometí a ampliar las plantillas de enfermería me miraron de lado, pero cuando lo hice la gente se sintió identificada con el proyecto. Me pasó lo mismo cuando dijo que no cerraría más plantas en verano, pero tal cosa ocurrió y no se hundió el mundo todos comenzaron a trabajar más cómodos y se fortaleció el compromiso y la empatía con los profesionales. En Primaria también hemos dado pasos: hemos pedido a los médicos que estaban haciendo dos tardes de atención continuada al mes que hicieran cuatro, y ahí están. A nadie le gusta trabajar más horas aunque se paguen, pero la alternativa era cerrar el servicio.

- Tania Cedeño y Covadonga Noriega asumen jefaturas en el área sanitaria, ¿qué opina de ambos nombramientos?

-Son los que ha decidido el Consejero.

- ¿Estaban en su quiniela?

-¿Tiene valor eso? El proyecto tiene tanta solidez que cualquier persona que se incorpore aprovechará lo mejor y aportará lo que pueda. Yo no espero un bandazo y que cambie el rumbo a otro lado, porque lo que hemos hecho tiene que ver con la realidad del área sanitaria. Lo que yo sí le he traslado a la gerente del Sespa es que estoy a disposición de los nuevos cargos durante este periodo de transición, que será de unas seis semanas. Haré mi trabajo como gerente y luego cuando ocupe mi plaza en Atención al Ciudadano ahí estaré. Si no sé hacer esto es que no soy buen empleado público.

- ¿A los 65...?

-Planeo cambiar de tercio. Quiero disfrutar más, pasear, tocar la guitarra y escribir sobre el recorrido de gestión y los retos del sistema sanitario. Para mí es una oportunidad disponer de más tiempo libre.

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