El número de separaciones y de divorcios en Avilés ya casi iguala al de bodas civiles, según datos del decanato de los Juzgados de la ciudad, a los que ha tenido acceso este periódico. El informe, en el que se hace balance de las actuaciones llevadas a cabo en el año recién terminado, constata que un total de 187 matrimonios decidieron poner fin a su relación de mutuo acuerdo en 2019 ante los Juzgados. Según la última estadística del Registro Civil, el año pasado se celebraron 248 enlaces en el concejo, de los que 197 fueron civiles, bien en el Ayuntamiento bien en el mismo Registro Civil, cada vez más demandado para la celebración de este tipo de uniones.
Y es que aquellos que dan el paso al matrimonio prefieren hacerlo ante un juez o un cargo municipal que ante un sacerdote. Tanto es así que el número de bodas canónicas ha vuelto a caer un año más con 51 en todo el año pasado frente a las 58 de 2018 y muy lejos ya de las 107 registradas en el año 2012. Fue en 2007 cuando por primera vez los enlaces civiles superaron a las bodas ante el altar, siguiendo una tendencia constatada en otros concejos asturianos, pero a la que Avilés se resistía. Las que se mantienen inalterables son las preferencias de las parejas en el calendario para dar el paso al matrimonio. La mayoría huye del invierno, especialmente en el caso de aquellas parejas que deciden contraer matrimonio por la Iglesia.
A la crisis de matrimonios en la tercera ciudad asturiana -desde 1989, los Juzgados avilesinos han registrado un incremento prácticamente continuado en el número de rupturas- hay que sumar la importante crisis demográfica, que lejos de remitir se mantiene en el tiempo, de acuerdo a los datos extraídos del Registro Civil. Un total de 1.231 defunciones y 602 nacimientos a lo largo de 2019 dan ejemplo de la pirámide de población de Avilés, que ya en 2018 bajó de la barrera de los 80.000 vecinos.
En 2018, los datos fueron similares: fallecieron 1.272 personas y nacieron 660, unos números que como los del último ejercicio explican el paulatino envejecimiento de la población y el aumento de las franjas intermedias de la pirámide poblacional. Avilés es, así, la ciudad más envejecida del Principado de Asturias. Del total de nacimientos registrados -602- aproximadamente un centenar son de padres extranjeros.
El descenso de nacimientos ha tocado también al Hospital Universitario San Agustín: nunca nacieron tan pocos niños en la ciudad. El complejo sanitario cerró 2019 con el menor número de nacimientos desde que hay registro, por debajo de los 788 de 2018. Como telón de fondo, a juzgar por los expertos, está la crisis económica y las regulaciones de empleo en las empresas de la comarca que provocaron la marcha de muchos trabajadores en edad de procrear. También influye, según los consultados, la bajada del número de extranjeros en la ciudad en busca de destinos más prósperos.
