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ANÍBAL VÁZQUEZ | ALCALDE DE MIERES POR IU

"Tal y como diseñan la transición justa, temo que no llegue un duro a las Cuencas"

"Mieres necesita del compromiso de todas las administraciones para transformarse en una fábrica de conocimiento impulsada por el campus"

Aníbal Vázquez, en su despacho. FERNANDO RODRÍGUEZ

Aníbal Vázquez acaba de cumplir nueve años como alcalde de Mieres. Lo ha hecho encaramado en una más que holgada mayoría absoluta. Gobierna con 15 de los 21 concejales que integran la Corporación local. Esto significa, como ya pasó el anterior mandato, que IU se ha prácticamente emancipado de la oposición. El gobierno local tienen las manos libres para hacer y deshacer. Cuando se cumple el primer año de su tercer mandato, Vázquez se ha enfrascado en un ambicioso proceso para la transformación urbana de la ciudad. El concejo se enfrenta a su gran reto estructural: parar la imparable sangría demográfica. La mirada del Alcalde está enfocada, incluso más que en el presente, en un futuro aún por definir.

- Crisis sanitarias al margen, ¿el inicio del mandato ha transcurrido según los previsto?

-Uno siempre es víctima de un constante sentimiento de insatisfacción, pero en líneas generales tenemos que estar satisfechos. Las administraciones públicas avanzan a su ritmo, con sus plazos, y en ocasiones te gustaría que todo pudiera ir más rápido, mucho más rápido. Con todo, afrontamos cambios de calado en Mieres y estamos contentos con las importantes actuaciones que ahora estamos afrontando.

- Entremos en materia. ¿Puede hacer un resumen de la planificación en marcha?

-Mieres se encuentra en plena transformación. Estamos culminando una reorganización vial con nuevas bolsas de estacionamiento con capacidad para unos 700 vehículos. Tenemos un plan de mejora de accesos a los pueblos. Pronto comenzará la obra del parque de La Mayacina y del cuartel de la Guardia Civil, que cambiará para mejor la imagen de la entrada a la ciudad. También a corto plazo se estructurará un bulevar que recorrerá la ciudad desde Oñón a Santullano. Pretendemos ampliar las peatonalizaciones en el centro de la ciudad. Estamos caminando hacia el objetivo de hacer una ciudad amable y agradable para vivir. En eso, entre otras cosas, estamos ocupados.

- ¿Y la zona azul de pago?

-De momento seguirá gratuita, pero está claro que esa es la dirección en la que hay que avanzar. Nuestra intención no es poner en marcha un sistema recaudatorio, sino garantizar la movilidad de vehículos. Queremos una rotación intensa que permita a la gente poder hacer gestiones o compras. Insisto, aquí no se plantea hacer negocio.

- ¿Se arrepiente de no haber abordado en su momento el parking subterráneo?

-De verdad y con total sinceridad que no me arrepiento. Existían muchas posibilidades de que nos lo terminásemos "comiendo".

- ¿Qué quiere decir con esa expresión?

-Pues que hablamos de un proyecto de seis millones de euros que, en caso de fracasar, podría haber sido un peso muerto para el Ayuntamiento. No creo que la ciudad necesitase ese tipo de infraestructura y optamos por la prudencia. Además, hay que tener en cuenta que cuando se tomó la decisión la situación económica del Consistorio era muy delicada.

- ¿Y ahora? ¿Está el Ayuntamiento saneado?

-Aunque el PSOE se ha empeñado en negar la evidencia, la única realidad es que en 2011, cuando llegué a la alcaldía, debíamos 29 millones. Se debían 13 en facturas impagas y 16 a los bancos. A mí lo de la deuda viva y la deuda muerta me da igual. Lo único que importa es que debíamos 29 millones. Luego llegó la sentencia de Goncesco, otros 3 millones. Hemos pagado 4 millones sólo en intereses. Se ha hecho un esfuerzo grande con el respaldo de toda la ciudadanía y ahora nos encontramos con que no sólo hemos pagado la deuda, sino que contamos con siete millones de remanente.

- ¿Y cuál es el problema ahora?

-Pues que con el techo de gasto y un control estatal en ocasiones incomprensible nos impiden gastar un dinero que es nuestro.

- De nuevo, necesito más explicaciones

-El Gobierno central, con buen criterio, ha decidido destinar 16.000 millones a las autonomías para que hagan frente a la crisis económica que se deriva de la sanitaria. Insisto, me parece perfecto. Pero lo que no hay quien entienda es que se suelte ese dineral a las administraciones regionales y a las locales nos impidan gastar nuestro propio dinero. Eso no puede ser. Ya somos mayorinos para que vengan de fuera a decirnos en qué podemos gastar y en qué no. El control está bien, hay que evitar que se gaste lo que no se tiene, pero al que ha cumplido y tiene dinero en el banco hay que dejarle que pueda dar solución a los problemas de su municipio.

- Sigamos hablando de dinero. ¿Llegarán nuevos fondos a través de la llamada Transición Justa?

-Yo a estas alturas soy muy escéptico con todo. En relación con el Ministerio de la Transición Ecológica debo decir que únicamente le puedo reconocer dos verdades absolutas. Dijeron que en 2018 cerrarían las minas y cumplieron. Luego, dijeron que en 2020 cerrarían las térmicas y lo volvieron a clavar. De lo demás no se sabe nada. El problema es que no hay ninguna cantidad. Los proyectos los valorarán unos técnicos y luego se decidirá. Tal y como está diseñado este asunto, lo más probable, me temo, que no llegue un duro a las Cuencas.

- ¿Ni un duro?

-Pues tal y como está diseñado el plan entra dentro de lo posible. Los ayuntamientos mineros somos administraciones pequeñas con escasa capacidad para redactar proyectos de cierta envergadura. Por su parte, las empresas pueden diseñar sus estrategias, pero una vez que reciban el visto bueno del Ministerio, ¿quién las impedirá ponerlo en marcha dónde consideren oportuno?

- Quiero pensar que el procedimiento para acceder a las ayudas exigirá a éstas hipotéticas empresas asentarse en suelo minero?

-Ya veremos. Yo no lo veo tan claro.

- El Ministerio ha pedido a los ayuntamientos mineros informes sobre su situación socioeconómica. ¿Ya los tiene redactados?

-Hay peticiones que rozan la ofensa. Ya no es tiempo de diagnóstico. Si quieren cifras que miren las del paro o las demográficas. Que miren el despoblamiento. Nos cierran las minas y las térmicas y nos piden que pasemos página. Pues así no se puede. No se puede dejar marchar a las eléctricas de un municipio sin contraprestaciones. Los territorios mineros necesitan inversiones concretas y planes que permitan generar empleo. No es tiempo de observar, es tiempo de actuar.

- Hablando de cifras, la caída demográfica parece imparable.

-Esa es una de mis grandes preocupaciones, no cabe duda. Asumimos que Mieres no volverá a tener 50.000 o 60.000 vecinos, pero confío en que podamos estabilizarnos. Trabajamos para disfrutar de una ciudad amable, con vida y bien comunicada. Tenemos buenos servicios y una hostería de gran calidad. A nivel cultural estamos a la cabeza. Tengo el convencimiento de que lograremos pronto parar estar hemorragia. Hay que lograr transmitir una realidad, como es que Mieres es una gran ciudad para vivir.

- ¿Percibe demasiado pesimismo?

-Nos han golpeado con fuerza y es normal que, por momentos, haya cundido cierto desánimo. Pero hay motivos para el optimismo. Tenemos mucho potencial, como ya he dicho. Hay que trabajar para que Mieres se convierta en un referente. En definitiva, debemos lograr que el municipio alcance la posición que se merece.

- ¿Y qué se merece?

-Pues para empezar debería ser una gran fábrica de conocimiento, con el campus como locomotora. El gran problema es que por mucho que se haga desde el Ayuntamiento, nada se alcanza sin el compromiso firme del resto de administraciones. La Universidad debe jugar un papel mucho más activo en Mieres y Hunosa debe asumir sus responsabilidades, por ejemplo, en la creación de empleo. No hay que olvidar que son propietarios del 22 por ciento de la superficie total del concejo. Esperamos que finalmente el parque tecnológico de Figaredo se pueda ejecutar con los nuevos fondos mineros, pero tanto el gobierno regional como el central deben entender que de nada sirven espacios empresariales si al final no los llenamos de empleo.

- Últimamente no se le escucha quejarse tanto por la falta de inversiones en el concejo. ¿Algo ha cambiado o simplemente ha desistido?

-La situación es la misma y no vamos a dejar de reclamar lo que nos parece que es de justicia. Ahora bien, todo tiene sus tiempos. Ya sabes, a los nenos pequeños no se les puede reñir constantemente porque se acostumbran y llega un momento que se insensibilizan. Las inversiones que han hecho las administraciones regional y central en Mieres están ahí. El que las quiera contar que las cuente. Tardará bien poco.

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