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El campus prevé un 30% de subida en las matrículas de primer año en sus grados

Las instalaciones universitarias se blindan frente al coronavirus para poder acoger con seguridad a los alumnos durante el próximo curso

Alumnos realizando un examen en la Escuela Politécnica de Mieres. FERNANDO RODRÍGUEZ

"No podemos perder la perspectiva de que somos una universidad presencial; nuestra mejor ventaja está en la cercanía". Con estas palabras, la directora de la Escuela Politécnica de Mieres, Asun Cámara, explicaba la medidas que han tomado para blindar frente al coronavirus las instalaciones universitarias de Barredo. El fin es que pueda seguir la formación presencial durante el próximo curso, en el que se espera un incremento del 30 por ciento en la matrícula de primer año, con la mayor seguridad para alumnos, profesores y resto del personal.

Y es que, aunque el centro cubra todas las plazas ofertadas -tres grupos de ochenta alumnos para primero de ingeniería- "no habría ningún problema para cumplir las medidas del protocolo de la Universidad de Oviedo que permiten una ocupación máxima del 50 por ciento en las clases", destacó Cámara. Las instalaciones de Barredo cuentan con aulas de gran capacidad -160 plazas que se verían reducidas a 80 para cumplir el protocolo- que podrían utilizarse. Aún así, de momento se quedan con la previsión de incrementar un 30 por ciento, a la espera de ver lo que ocurre con la matrícula durante el mes de agosto, con lo que la Politécnica de Mieres iniciaría el próximo curso con entre 130 y 140 alumnos de primer año.

En cuanto a los cursos superiores, la tendencia, explicó Cámara, "suele ser de pirámide invertida, con lo que no habrá problema y los alumnos podrían estar dentro del aula, incluso, sin mascarilla". Además, si en las aulas de primero se puede garantizar una distancia mínima entre los puestos, es posible que también se pueda prescindir de ellas durante el desarrollo de la clase. Todo esto está pendiente, claro está, del desarrollo de la crisis sanitaria.

La Escuela Politécnica de Mieres ha aprobado un plan de contingencia para blindar el centro ante el coronavirus de cara al próximo curso universitario. Una serie de medidas que, como resaltó la directora, "no valen para nada si después no nos lo tomamos en serio, ya que hay una parte importante de responsabilidad personal, estamos en la universidad, tenemos que se ejemplares para evitar que haya una dispersión por el centro". Así, entre otras medidas que se pueden consultar en la web de la escuela "epm.uniovi.es", se encuentra el establecimiento de un registro de asistencia a la aulas "que no tendrá un fin académico, sino que será un registro interno por si hay algún contagio se ubiquen las aulas donde ha estado y con quién ha coincidido". Cada vez que entren en clase, los alumnos deben de poner su código de usuario, y las horas de entrada y salida.

Las aulas se limpiarán dos veces al día, "pero es importante que tanto los alumnos como los profesores desinfecten su puesto de trabajo, tendrán material disponible para ello, pero también pueden traer su propia solución desinfectante de casa si quieren". También se han establecido protocolos de acceso y salida, así como de aforos en las diferentes instalaciones que se pueden utilizar, como los laboratorios, las aulas de informática o la biblioteca. "Queremos que los alumnos puedan realizar las prácticas sin problema, a pesar de la crisis sanitaria", afirmó Cámara.

Y si las cosas se ponen peores y hay que volver a casa de forma temporal, el centro estaría preparado con la adquisición de quince potentes cámaras web que estarán instaladas en las clases. De este modo los profesores podrían seguir impartiendo sus clases en la propia aula mientras que los alumnos siguen el desarrollo desde sus ordenadores, siempre que eso sea necesario.

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