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Un divorcio de ocho meses

El Oviedo y el Sporting siguen en las mismas - posiciones tras la ruptura de relaciones por parte de los azules el pasado marzo - La junta de seguridad para el derbi, el - último choque tras la guerra fría, echa por tierra cualquier atisbo de acercamiento

Por la izquierda, Jorge Menéndez Vallina y Javier Fernández. LNE

"Las relaciones institucionales con el Real Sporting de Gijón, que hasta este momento han sido correctas, se interrumpirán de ahora en adelante". Madrugada del pasado 26 de marzo. El Oviedo hacía público un comunicado en el que se abría una brecha que, ocho meses después, sigue sin cerrarse. El derbi del domingo en el Tartiere, el primero tras aquel desencuentro, ha evidenciado el distanciamiento de dos entidades a las que la muerte de un mito rojiblanco como Quini había conseguido unir tras años caminando en solitario. Por el camino hubo intentos de normalizar la situación, reproches, muchas llamadas y mensajes. Los hechos, sin embargo, son definitorios. En el Tartiere no habrá el domingo ni aficionados ni directivos del conjunto rojiblanco.

El derbi, partido y aparente normalidad. 24 de marzo. Derbi en El Molinón. Comida entre directivas en el mismo campo. Normalidad entre los representantes institucionales. Llegan al campo los autocares de ambos equipos. Hay un incidente con el autobús en el que viajen familiares y amigos de los directivos azules. El plan inicial, consensuado con Delegación de Gobierno, es que estas personas entren por la puerta cero del campo. Se cambia sobre la marcha a instancias de la Policía. Los responsables de seguridad no esperaban verles en la puerta del parking y no les permiten acceder. Barullo. La puerta se abre y tanto desde el Oviedo como desde el Sporting se rebaja la tensión con lo sucedido. Se juega el partido, gana el Sporting y las dos directivas se despiden en la misma línea de normalidad del inicio del día.

La resaca azul. La afición azul evidencia su malestar por el trato recibido en El Molinón. Circulan varios vídeos en las redes sociales con registros que entienden "excesivos", especialmente a desplazados en autocares en los que no sólo iban peñistas de Symmachiarii. Los agentes de Prosegur que los efectúan, contratados por el Sporting, argumentan que siguen órdenes de la Policía. Esos vídeos indignarían después al Oviedo, que entiende que el trato dado es mucho más "agresivo" al que se le dispensó a los rojiblancos en el Tartiere. Desde el club azul entienden que se vulnera así un pacto tácito entre las dos entidades en favor del aficionado, asunto que desmienten en el Sporting. Mossa defiende a la afición, el club azul llama a las peñas, cansadas con el trato que se les dispensa no sólo en viajes como el de Gijón, también en anteriores. El Oviedo les dice que va a salir a defenderles. Se redacta un comunicado que se envía a México. Allí, Arturo Elías ordena que se haga público en la medianoche del día 26. El Sporting desconoce todos estos movimientos.

Sorpresa rojiblanca. Desde el club rojiblanco se asegura que su presidente, Javier Fernández, supo del "follón" a las seis de la mañana, cuando se despertó. Varios empleados de primera línea del club azul se enteraron desayunando. Pero varias horas antes, al poco del comunicado azul, desde el Sporting se filtra que habrá una respuesta. Ésta llega con otro comunicado en el que da su versión de los hechos, desmintiendo la acusación del Oviedo en varios episodios y mostrando los destrozos en el estadio. "Vale más una imagen que mil palabras", explica Javier Martínez, vicepresidente del Sporting, mientras muestra la zona reservada para la afición visitante en El Molinón. Seis cabinas de baño "destrozadas" y cien butacas "inhabilitadas". A todo ello se añade que se han dispensado "483 botellas de agua" a la afición visitante, una de las quejas de la APARO, que denunció no haber tenido acceso a ello. La directiva rojiblanca no admite preguntas y lee su comunicado. Hay alguna ironía en el texto y un agradecimiento a "la gran mayoría de la afición visitante". Termina felicitándole el cumpleaños al Oviedo por su 93º. aniversario.

Se inicia la guerra fría. El final de temporada y las vacaciones se convierten en un periodo de reflexión que ambas entidades asumen sin interés en poner solución al distanciamiento entre las partes. Hay contacto entre algunos directivos del Sporting y Oviedo. Corral y Martínez comparten la vicepresidencia de la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias (OTEA). El Oviedo se mantiene en la línea marcada en su comunicado de marzo. El Sporting entiende que fueron ellos quienes "interrumpieron" relaciones, y ellos tienen que dar entonces el paso para volver a la normalidad.

Vuelve el fútbol. La nueva temporada comienza y Oviedo y Sporting saben que están destinados a reencontrarse, lo que obliga a retomar la situación que ha llevado a su distanciamiento. El calendario coloca el primer partido en el Tartiere. "A ver qué pasa", se comenta en el Sporting. Antes participan en actos comunes. La NUEVA ESPAÑA reúne a ambas directivas en sus premios al fútbol asturiano, en el mes de septiembre. El Sporting accede al salón pendiente de la actitud del Oviedo, que mide sus movimientos. Corral, portavoz azul, tiende la mano a Javier Martínez, vicepresidente rojiblanco. Hay apretón. Es un paso. En el lado rojiblanco se habla de una actitud más fría de los representantes carbayones públicamente, y más cercana lejos de los focos. Todo se queda ahí.

Manos tendidas, ninguna solución. Faltan pocas semanas para el derbi asturiano y los dos clubes saben que están obligados a encontrarse. Hay una llamada del presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, a su homólogo en el Sporting, Javier Fernández. El conjunto azul lo ve como un intento de acercamiento. El rojiblanco habla de un diálogo frío en el que se les invita a ir al palco del Tartiere "porque a nivel personal no tenemos nada contra vosotros". El Sporting plantea hacer una comida previa a la semana del derbi. Tienen la idea de hacer un comunicado conjunto, de buscar vías para rebajar la tensión. "Las entidades están por encima de las directivas", proponen. También quieren acercar posturas antes de sentarse en Delegación de Gobierno para trazar el plan de seguridad al que deberán someterse las aficiones visitantes. Dicen que el Oviedo acepta concretar una comida, hablar del asunto y que quedan en devolver la llamada. También que, después, no hubo más llamadas.

En Delegación de Gobierno se escenifica el divorcio. Los representantes rojiblancos y azules se vuelven a encontrar el martes en Delegación de Gobierno. El Oviedo aboga por mantener el dispositivo de los años anteriores. El Sporting, por dar libertad a todos los aficionados visitantes a la hora de realizar el desplazamiento. Delegación de Gobierno plantea libertad para el desplazamiento y control de seguridad para los "grupos de riesgo". Ninguno acepta. A la salida, las diferencias aumentan. Corral desvela que Vallina llamó a Fernández y se pone a disposición del Sporting, aunque admite que no invitan a los directivos rojiblancos a la comida de protocolo porque el partido es a las cuatro de la tarde y no da tiempo. Martínez responde "las explicaciones no sólo son privadas, también tienen que ser públicas. No hay comida de protocolo, por lo que no hay mucho interés en encauzar esas relaciones". El Sporting rechaza no sólo las entradas para la visita al Oviedo, también que la directiva esté presente en el palco. La crisis vuelve a niveles iniciales.

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