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Los Santamaría golean doble

Álvaro e Inés, hermanos, marcaron esta jornada en los equipos B masculino y femenino del Sporting: "En casa fue casi una fiesta"

Álvaro e Inés Santamaría, en su casa de El Llano.

Desde bien pequeños respiraron ambiente futbolístico en su casa por sus padres. La carrera de ambos fue muy parecida. En el Colegio Inmaculada dieron sus primeras patadas al balón. Y de allí, hace dos veranos partieron hacia Mareo. Álvaro e Inés Santamaría son hermanos, ambos juegan en los equipos B del Sporting, y el pasado fin de semana ambos fueron protagonistas al ser goleadores con sus respectivos equipos. "En casa fue casi como una fiesta", coinciden ambos en señalar. El sábado, en familia, disfrutaron el gol de Álvaro, y el domingo el de Inés. "Fue algo mejor el mío, que además está grabado, el de Inés tenemos que fiarnos un poco de lo que nos cuenta ella", bromea Álvaro. "Están los dos igualados, el mío no desmerece nada", le replica Inés.

Su trayectoria se asemeja mucho a la de Pablo Pérez, un jugador de referencia para los dos. Toda una vida en el equipo del colegio antes de dar el salto a Mareo. Álvaro llegó el año pasado, el último de juveniles, y marcó 20 goles. Este año se ha puesto a las órdenes de Samuel Baños en Segunda B y ya celebró un tanto en su estreno, aunque el conjunto rojiblanco perdió 2-4 ante la Cultural. "En el descuento, en una jugada me da el balón Lucas, me quedo en el área, le tiro un caño al rival, me cae un rebote, quedo solo, y defino por debajo de las piernas del portero", explica sobre su tanto. "El sabor es agridulce porque no pudimos ganar. El salto de categoría es duro, pero el año es largo", cuenta.

En el caso de Inés su tanto sirvió para rescatar un punto en los últimos instantes del choque ante el Monte Féminas, de Primera Nacional Femenina, en el que el Sporting B empató 2-2 frente a un equipo que acabó en lo más alto el curso pasado. "Recibí un pase largo entre los defensas, se la piqué a la portera y entró", explica Inés.

En el caso de la pequeña de los Santamaría -Inés tiene 16 años y Álvaro 18- la alegría de marcar fue aún mayor. "Fue mi primer gol con el Sporting y además sirvió para sacar un punto", cuenta. Además, su historia es especial, porque hasta hace apenas cuatro años jugaba como portera. "Me cambié al pasar de alevines a infantiles, las porterías eran mayores, probé de jugadora, me gustó y ahí seguí", señala Inés, que juega en la posición de extremo derecho.

Desde bien pequeños disfrutaron del fútbol en familia. Es su deporte preferido. Tanto para practicarlo como para visionarlo. Siempre con una pelota cerca, de niños, han visto la evolución de su hermano. De ahí que se atrevan a definir los puntos fuertes de cada uno de ellos. "Álvaro es un delantero muy bueno, de mucha calidad, de los que tienen mucho gol. Típico perfil de delantero de área", comenta Inés sobre su hermano. "Inés va mucho y muy bien al uno contra uno. Es una jugadora muy asociativa y que además cuenta con mucho gol", subraya Álvaro respecto al fútbol de su hermana.

Ambos iniciaron la temporada el pasado fin de semana. Y confían en un año en el que puedan disfrutar. "Se nota el cambio de categoría, pero hay que seguir creciendo poco a poco, los resultados llegarán", cuenta Álvaro. "Empatar con un equipo fuerte nos da moral, pero no nos relajamos, va a ser un año duro en el que hay que trabajar mucho", indica Inés.

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