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Un suceso que conmociona a Nuevo Roces

Vigilan hospitales de Asturias y zonas próximas para cerrar el caso del bebé

La Policía, que "mantiene abiertas todas las hipótesis", sospecha que la madre podría precisar asistencia médica en cualquier momento

Vecinos de Nuevo Roces, en el parque, ayer por la tarde.

Los agentes al frente de la investigación para encontrar a la madre del bebé que apareció muerto en el interior de un contenedor de basura situado la calle Jenaro Suárez Prendes, en el barrio de Nuevo Roces, en la madrugada del martes -la autopsia reveló que el recién nacido estaba vivo tras el alumbramiento- y así llegar a quienes se desprendieron del niño se han intensificado este fin de semana tanto en la revisión de las cámaras de seguridad de la zona como en distintas líneas de investigación. Una de ellas, siguiendo el procedimiento habitual, es la contactar con todos los hospitales y centros de salud, tanto de la región como de las zonas próximas a Asturias, por si atienden a una mujer con indicios de haber dado a luz recientemente. "Las primeras horas son muy importantes", explican fuentes próximas a la investigación que ha estado altamente activa durante este fin de semana. Por el momento, insisten desde la Comisaría de El Natahoyo, "se está investigando con cautela porque es un tema sensible y todas las hipótesis siguen abiertas por el momento".

La investigación policial, en la que participan agentes de las brigadas Judicial, Científica y UDEV, mantienen un trabajo constante desde el terrible hallazgo, que conmocionó a todos los vecinos del tranquilo barrio de Nuevo Roces. La revisión de las cámaras de seguridad de la zona, especialmente las de la tienda de maquinaria de jardinería situada en la esquina con la avenida de Roces, se están haciendo minuto a minuto por si se encuentran alguna pista, por ejemplo, si alguien se acercó con una mochila como la que contenía el cuerpo sin vida del bebé.

El único testimonio con el que cuentan -todo pasó a partir de las dos de la madrugada- es el del vecino del barrio que encontró el cuerpo mientras rebuscaba en la basura, como acostumbra a hacer habitualmente desde que se mudó al número 380 de las viviendas sociales de Nuevo Roces hace poco más de cuatro años. El hombre, tal y como relatan sus vecinos, salió de casa a las dos de la mañana. "Estábamos tomando el fresco, aprovechando el verano y le vimos pasar como todos los días", explica Begoña Menéndez, vecina del inmueble. No obstante, poco después, este hombre, Paulino Otero, al que todos conocen como Pablo, volvió. "Serían las dos y media pasadas y llegó con la policía porque se había olvidado su DNI en casa; es un vecino muy tímido pero que nunca ha dado problemas", coinciden Begoña Menéndez y su amiga Begoña Jiménez, que también estaba presente cuando llegó la policía. No obstante, ninguna se enteró hasta el día siguiente de lo ocurrido. "No sé en qué estaría pensando esa gente cuando tiró al bebé, no lo entiendo", añaden.

Uno de los datos que obtuvo la policía de este vecino fue que el día anterior ya había estado y no había nada raro en el contenedor. En base a otros testimonios recabados es cierto que los investigadores tan solo solicitaron las imágenes de las cámaras de seguridad en un horario comprendido entre las seis de la tarde del jueves y las dos de la mañana del viernes, cuando se encontró al bebé. Es por eso que todo apunta a que quien se deshiciera del menor -falta por saber si seguía vivo cuando lo arrojaron a la basura- lo hizo en ese espacio de tiempo en el que muchos vecinos salen a tirar la basura.

Los agentes intervinientes esa madrugada también optaron por llevarse el contenedor de Emulsa para analizar cualquier vestigio que pudiese arrojar luz. Trabajan ya con la autopsia del Instituto de Medicina Legal, que reveló que el varón había nacido con vida. Las diligencias judiciales, además, permanecen activas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón, que se encontraba entonces en funciones de guardia.

"Es alguien de fuera"

"Es alguien de fuera"El barrio de Nuevo Roces trataba ayer de recuperar la normalidad tras el susto sufrido con el hallazgo del bebé. No obstante, sigue siendo tema de conversación en locales, portales y también en el parque. Todos se conocen. Al menos de vista. "De aquí no ha sido nadie, ya te lo digo, tuvo que ser alguien que viniese al barrio de noche y tirase la mochila, pero seguro que conocía la zona por dónde lo tiró", elucubró, por su parte, Yoli Fernández. A su juicio, prosigue de tertulia en el parque, "no pudo ser la madre quien lo tiró, porque se hubiese desangrado si viene aquí andando o en coche, las que hemos tenido hijos lo tenemos claro; tuvo que ayudarla alguien", aportó. En eso está la policía, en despejar todas las incógnitas que se mantienen abiertas en el bariro de Nuevo Roces.

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