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Delegada del CSIC en Asturias

La Junta, contra el CSIC

El "desolador" rechazo al proyecto del nuevo centro del IPLA en La Corredoria

Leo con estupor la noticia de que la Junta General ha votado por unanimidad tratar de revocar la decisión de construir un nuevo edificio para el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC) en La Corredoria. Una inversión de unos 8 millones de euros que el CSIC está dispuesto a llevar a cabo para dotar a los trabajadores del IPLA de las condiciones de trabajo necesarias para desarrollar y potenciar sus líneas de trabajo, principalmente aquellas ligadas a los alimentos y la salud, que han aumentado su peso específico. Esa ubicación, la cercanía al HUCA, al ISPA, a los servicios de Infraestructura Científica de la Universidad, a otro centro del CSIC y a los estudiantes de la Universidad, favorecería la sinergia y permitiría acometer proyectos de mayor envergadura, lo que acabaría redundando también en atracción de mayores fondos para la región. Permitiría mantener la competitividad de los grupos de investigación del IPLA a nivel internacional y continuar el desarrollo de ciencia de excelencia. Estas razones no solo son suficientes, deberían ser las únicas que primasen en la toma de decisiones sobre un proyecto científico. La ciencia tiene vocación universal, se realiza en equipos multi e interdisciplinares y necesita alcanzar una masa crítica suficiente que le permita crecer. La ubicación de los centros de investigación no debe estar al albur de intereses localistas, sino que debe guiarse por criterios científicos que les permita crecer y optimizar las inversiones en aras de una mayor generación de conocimiento para toda la sociedad.

La Junta General vota por unanimidad contra todo eso, basándose en un concepto generalista de que la deslocalización impacta negativamente sobre la economía local sin pararse a pensar de que este no es el caso con el IPLA ya que su nuevo proyecto no implica pérdida de empleo, no implica cambios de residencia porque la inmensa mayoría de sus trabajadores no vive en la Villa, no implica pérdidas para las empresas locales porque los proveedores de materiales para los trabajos científicos son muy específicos. En ningún momento se ha escuchado una palabra en favor del desarrollo científico. Es simplemente desolador.

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