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"Mundo Vivo" se hace cargo de los dos burros abandonados y famélicos de Porrúa

"Necesitan mucha atención para ver si sobreviven", asegura Luis Bernardo, que prevé denunciar al dueño de los animales

El veterinario Luis Bernardo y Borja Matás, de la ONG "Mundo Vivo", recogiendo los burros. C. MURUZÁBAL

El presidente de la ONG "Mundo Vivo", el veterinario Luis Bernardo, se va a hacer cargo de los dos burros que se encontraron el pasado miércoles en una cuadra de Porrúa a los que un vecino de la localidad llanisca tenía encerrados en estado de abandono. La jueza ha decidido darle a él la custodia de los animales, como el veterinario había solicitado.

"Necesitan mucha atención para ver si sobreviven". Bernardo tiene que examinar a los pollinos, pero no sabe si va a conseguir recuperarlos porque, debido a la falta de alimento, habían comenzado a comerse la lana de unas ovejas muertas con las que convivían dentro de la cuadra, lo que ha afectado a sus estómagos. "Esto no es justo, los tenía allí para que se murieran, porque tiene una finca con mucha hierba para que coman y en lugar de dejarlos fuera los tenía encerrados", explica Bernardo.

El veterinario anuncia, además, que va a emprender acciones legales para acusar al propietario de los burros de maltrato animal y delito ambiental, ya que estos no son los únicos animales que escondía su dueño. "Vivos, que se sepa, tiene a seis ovejas y tres perros. Además, hay cientos de huesos de animales muertos en sacos", cuenta Bernardo. Además, durante la tarde de ayer también aparecieron varias ovejas degolladas en contenedores de la localidad. Ante esto, Bernardo asegura que va a pedir una orden cautelar para que le sean retirados todos los animales que tiene a su cargo por miedo a las condiciones en las que pueden estar.

Bernardo asegura que él va a cumplir con su trabajo y va a hacer todo lo posible para que estas situaciones no se repitan y "se cumpla la ley" y dice que no le dan miedo las represalias que pueda haber contra él. "Espero que esto sirva de lección", comenta.

Además, Bernardo pide que la gente que tiene conocimiento de este tipo de situaciones no se calle y denuncie, como ocurrió en Porrúa, donde se descubrió el estado en el que estaban estos animales gracias a que un vecino dio la voz de alarma. "La gente no se atrevía a hablar, pero ahora los vecinos se han envalentonado, destaca".

Por el momento, los burros se van a quedar con el veterinario, quien tiene que realizarles varias pruebas para determinar cuál es su estado y si podrán sobrevivir. Si lo consiguen, Bernardo cuenta que ya hay mucha gente interesada en el caso y que se ha puesto en contacto con él por diversas vías para ofrecerse a recogerlos y hacerse cargo de ellos.

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