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Asturianos de 20 años con 30.000 euros de deuda por su adicción a las apuestas

La ludopatía es la nueva plaga, alertan los expertos, con muchos jóvenes traficando con droga o vendiendo las joyas de las familias para jugar

La casa de apuestas en la Tenderina. IRMA COLLÍN

El porcentaje de jóvenes ovetenses adictos a las apuestas y a otros juegos de azar se ha triplicado en los dos últimos años. Esas son las escalofriantes estadísticas que maneja el colectivo de Ludópatas Asociados en Rehabilitación del Principado de Asturias (LARPA), una asociación con sede en la ciudad que se encuentra "desbordada" ante el crecimiento exponencial de los casos de ludopatía en edades tempranas. "Hasta ahora teníamos tres días de terapias a la semana a las que asisten entre veinticinco y treinta familias por sesión, pero hemos tenido que ampliar a cuatro días porque cada vez hay más afectados", asegura Maxi Gutiérrez, que es presidente de LARPA y también de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar). La asociación con sede en Oviedo también ha tenido que ampliar sus locales para acoger a todos los jóvenes "enganchados" al juego que solicitan ayuda.

El perfil del joven ovetense adicto al juego es el de un varón "de entre veinte y treinta y cinco años" que apuesta a diferentes deportes a través de internet o en las casas de juego que se reparten por la ciudad, aunque en los últimos meses se han detectado otras variantes. "Ahora tenemos chicas muy jóvenes que juegan a las máquinas tragaperras por internet. Antiguamente solíamos atender a varones de mediana edad que venían a las terapias con su mujer, pero últimamente, como los afectados son más jóvenes, vienen con sus parejas y con sus padres porque toda la familia está desestabilizada a consecuencia de la adicción", señala Maxi Gutiérrez.

El presidente de LARPA relata casos que ponen los pelos de punta y que están a la orden del día. "Nos llegan chavales de veinte años con deudas que superan los 30.000 euros por las apuestas. Algunos consiguen el dinero a través de microcréditos, pero otros se lo piden a prestamistas y alguno se ha llevado palizas al no poder pagar", asegura Maxi Gutiérrez. "Otros roban en sus casas, venden las joyas de la familia o acaban trapicheando con drogas para poder apostar", sostiene Gutiérrez. "Parecen casos de película, pero lo más triste es que son pura realidad. Y lo peor es que muchos de esos chicos no tienen percepción del peligro. Llegan a las terapias obligados por sus familias y piensan que al ser tan jóvenes tienen tiempo de sobra para pagar las deudas que acumulan", añade.

Aunque Maxi Gutiérrez reconoce que la ley del juego en Asturias "es de las más restrictivas de España", considera que no es suficiente. "Los equipos de fútbol como el Sporting y el Oviedo anuncian las casas de apuestas en sus estadios o en sus camisetas cuando no está permitido. Se saltan las leyes a la torera", afirma el presidente de LARPA. "La publicidad está por todas partes, en los medios de comunicación, en las marquesinas, los ídolos deportivos de los chavales promocionan las apuestas... Se hacen auténticas burradas y lo vamos a pagar muy caro si esta situación no se ataja cuanto antes", añade. Según sostiene Gutiérrez, un cinco por ciento de la población asturiana está en riesgo de caer en la ludopatía y por eso es importante "regular y prevenir" antes de que ese porcentaje crezca. "Si un cinco por ciento de los ciudadanos tienen gripe se toman medidas. No entendemos porque no se hace en el caso de las adicciones al juego, ya que también hacen daño a los ciudadanos", explica el presidente de LARPA.

Al colectivo de Ludópatas Asociados en Rehabilitación del Principado de Asturias también le preocupa la proliferación de casas de juego en Oviedo. "Nuestra función es el tratamiento de las personas con problemas, no vamos contra las casas de juego, pero no vemos muy normal que instalen este tipo de negocios en los barrios más humildes. Hace poco denunciamos a una casa de juego de Oviedo que tenía a dos chicas en minifalda repartiendo publicidad en la calle e invitando a la gente a entrar a jugarse el dinero. En algunos países ya se han prohibido estos negocios y estoy seguro de que aquí acabará ocurriendo cuando veamos los efectos a largo plazo, como pasó con el tabaco", dice Gutiérrez. "Muchos chavales quedan ya en el local de apuestas y eso es un verdadero problema", añade.

El presidente de LARPA recuerda que el principado recauda 45 millones de euros anuales de los impuestos que cobra por los juegos de azar. "El ochenta por ciento de la recaudación del juego por internet va para las autonomías, que nadie lo sabe", subraya Maxi Gutiérrez.

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