El Consejo de Ministros dio ayer un paso casi decisivo para garantizar carga de trabajo en la Fábrica de Armas de Trubia durante, al menos, los próximos siete años. El Gobierno de Pedro Sánchez autorizó el gasto de 2.083 millones de euros para contratar un paquete de 348 vehículos de combate 8x8 a la sociedad conformada por Santa Bárbara, Indra, Escribano y Sapa. Se prevé la creación de 300 puestos de trabajo en la factoría ovetense desde finales de este año hasta 2023.
El anuncio cumple con los plazos marcados por el Ministerio de Defensa, que recientemente ya había anunciado su intención de formalizar el contrato en agosto, previo paso por el Consejo de Ministros a finales de este mes. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, garantizó ayer que el contrato será ejecutado al menos al 70% por la industria militar española y que, por tanto, "tendrá un gran impacto en el sector".
La noticia llega tan solo un día después de que el consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández, visitara la fábrica de armas junto al director general ejecutivo de Santa Bárbara Sistemas, Juan Escriña. Este último aprovechó el paseo por las instalaciones para estimar en 300 los nuevos puestos de trabajo directos que generará el contrato en la planta trubieca, además de prever la creación de "once puestos indirectos" por cada uno directo entre las empresas auxiliares de la región. Fernández, por su parte, pidió "prudencia" hasta la formalización del contrato, cuya tramitación lleva fraguándose desde 2007.
El objetivo del encargo de defensa es renovar el parque móvil de vehículos de combate de ruedas del ejército español. Este contrato consiste en una primera fase de 348 vehículos, pero no se descarta que una vez satisfecho el encargo dentro de siete años haya más encargos. Desde Santa Bárbara Sistemas defienden, además, que la venta de estos vehículos conllevará también posteriores programas de mantenimiento y la posibilidad de recibir encargos de otros países, una vez que entren en funcionamiento las primeras unidades.
La fábrica de Trubia, que actualmente cuenta con 560 trabajadores, asumiría la construcción de la estructura de los vehículos, que, posteriormente, pasarán por Madrid, el País Vasco y Andalucía para ser equipados antes de su entrega al ejército. Las pruebas de tiro de los primeros prototipos entregados empezarán esta semana.
