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La telemedicina cala en Oviedo

Los usuarios de los centros de salud de la ciudad aceptan el nuevo modelo de atención: "Cuesta, pero hay que adaptarse a la situación"

Una enfermera, ayer a mediodía, tomando la temperatura a usuarias del centro de salud de La Ería a la entrada del equipamiento. FERNANDO RODRÍGUEZ

Los usuarios de los centros de salud de la ciudad van acostumbrándose poco a poco a la telemedicina. La mayoría asegura que cuesta cambiar al nuevo modelo asistencial, en el que predomina una primera consulta telefónica como medida preventiva ante el coronavirus, pero los pacientes reconocen que es necesario "adaptarse" a la situación generada por la pandemia. Además, y también de forma mayoritaria, celebran que la calidad del servicio no se ha visto mermada y defienden la profesionalidad de los facultativos de Atención Primaria. "Siempre que llamo y lo pido me dan cita", subraya Dolores Fanjul, una ovetense que ayer fue atendida en el centro de salud de La Lila y que no tiene queja, pese a que prefería la normalidad previa al virus.

"Personalmente estoy muy satisfecha del servicio, hay que adaptarse a las medidas extraordinarias por el virus, pero atienden bien y yo no he tenido ningún problema", corrobora Cecilia Ruiz a la salida de una consulta de pediatría en el mismo equipamiento sanitario. Carmen García incide en que "la verdad es que si pides una consulta presencial te la dan sin ningún problema, luego vienes y te atienden como siempre".

Las impresiones que se recogen a las puertas del centro de salud del barrio de La Ería coinciden con las de La Lila. Los usuarios de la Atención Primaria aceptan de buen grado las medidas especiales derivadas de la pandemia, entre ellas la obligación de tomarse la temperatura antes de entrar a los equipamientos sanitarios. Jenifer Melgar sostiene que, pese a esas restricciones, "el trato es muy correcto y todo va bien". Esta vecina considera que la situación que se vive a nivel mundial hace necesario tomar medidas excepcionales para evitar contagios del covid. A este respecto, no cree que la calidad asistencial baje por el hecho de que el primer contacto con el médico sea vía telefónica. Y, sobre todo, en el caso de las dolencias más débiles.

En la pequeña cola que se formó a mediodía de ayer para acceder al centro de salud de La Ería se encontraba también Julio Álvarez, que participa de la opinión positiva ante la atención médica derivada de la pandemia. "Por lo menos, yo no tengo queja. El servicio, a pesar de lo que está pasando, es muy bueno y las citas están funcionando bien", explica este vecino de la calle Alejandro Casona.

"Cuesta acostumbrarse, pero tenemos que adaptarnos a esta situación y el servicio médico es bueno", coincide otra residente en La Ería, que prefiere permanecer en el anonimato. "Está claro que cuesta, pero creo que las cosas están funcionando bastante bien por lo general y que la gente tiene que adaptarse a las medidas para no contagiarse".

LA NUEVA ESPAÑA recogió estas impresiones de los usuarios de Atención Primaria un día después de que los facultativos hicieran público un escrito en el que rechazan que se les pueda acusar de "esconderse detrás del teléfono para no trabajar". "Los médicos seguimos trabajando permanentemente, ha habido un cambio en la forma de trabajo impulsado desde el Servicio de Salud del Principado con el que estamos de acuerdo, ya que busca la máxima seguridad del paciente", exponen los profesionales en una carta en la que también afirman que "se ha atendido presencialmente a todo aquel que lo haya requerido".

Las opiniones recabadas en los centros de salud ovetenses colocan a los usuarios de la sanidad pública muy alineados con los facultativos. Los pacientes se muestran comprensivos con las medidas extraordinarias puestas en marcha, incluidas las primeras consultas telefónicas, ante la necesidad de reforzar la seguridad para evitar contagios y por el hecho de que todos los consultados que lo solicitaron han podido acceder sin mayores problemas a una atención presencial. Es más, Ángel González, que ayer acompañó a un familiar al centro de La Ería, está convencido que la telemedicina ha venido para quedarse. "Si se usa bien es algo positivo para médicos y para pacientes", concluye.

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