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El tabaco en casa, avalado por el derecho a la intimidad

La propuesta que estudia el Ministerio de Sanidad para prohibir el consumo de tabaco dentro de los coches particulares no se podría extender a los domicilios, porque en ese caso entraría en clara colisión con el derecho a la privacidad. Así lo entiende Ignacio Villaverde, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, quien además entiende que, incluso aunque se encontrara algún asidero legal, "ningún gobierno sensato se atrevería a proponer una norma como esa". Según explica Villaverde, el Gobierno ya interfiere mucho en los domicilios, en cuestiones como la instalación eléctrica o las obras menores; pero la prohibición de fumar en casa atentaría contra el derecho a la intimidad: "Constitucionalmente, una medida así puede plantear un problema porque, para saber si alguien está fumando en su domicilio, habría que invadir su privacidad. ¿Cómo se prueba si no que una persona fuma o no en su casa? Hay que pensar que la privacidad garantiza un espacio en el que tú puedes hacer lo que quieras, dentro de los límites del Código Penal. Un ejemplo claro es el de las leyes contra la homosexualidad en Estados Unidos: no se declararon inconstitucionales por la defensa de los derechos de los homosexuales, sino que, para comprobar que existían esas prácticas, había que entrar físicamente en los domicilios, y se consideró que era una violación insoportable de la privacidad". En el caso de los coches, en cambio, esa máxima no se podría aplicar porque, por su condición de vehículos a motor, llevan implícita una condición de riesgo abstracto que haría que, en última instancia, se puedan adoptar medidas para minimizar ese riesgo: "El mero hecho de coger un vehículo a motor ya supone un riesgo, para el conductor y para los otros usuarios de la vía".

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