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Ciencia recibe cien e-mails al día: ofrecen impresoras 3D, locales y hasta camiones

Latinoamérica se interesa por el respirador fabricado en Asturias, que precisa de algunas mejoras técnicas antes de ser probado en el HUCA

Bartolomé López, Carlos Moreno-Luque, Juan María Piñera y Marcos Castillo, en plena fabricación del respirador automático. LNE

Impresoras 3D, pisos, bajos comerciales, camiones, furgonetas, máquinas de coser... La Consejería de Ciencia recibe al día entre 80 y 100 correos electrónicos en los que particulares y empresas se ofrecen a ayudar, con los medios que tienen, en la lucha contra el coronavirus. Son muchos los que quieren aportar su granito de arena en la fabricación de respiradores, como el ideado por cuatro ingenieros asturianos, o en la producción de gafas y pantallas de protección para el personal sanitario. Estas manos solidarias llegan desde todos los puntos de la región e incluso de fuera -como Andalucía, País Vasco, Galicia y Madrid-, y hay hasta peticiones de respiradores procedentes de Latinoamérica, fundamentalmente de Argentina, Colombia y México.

El famoso respirador "Reesistencia", el cual ha sido resaltado por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, necesita "mejoras tecnológicas" que retrasarán su validación clínica. Sus creadores, Mario Marcos Castillo, Juan María Piñera, Carlos Moreno-Luque y Bartolomé López, esperaban haber podido probar el equipo ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Sin embargo, no fue así. Para introducir los nuevos ajustes técnicos, contarán con la ayuda de la Universidad de Oviedo y de la alianza público-privada que coordina la Consejería de Ciencia y en la que están integrados el Centro Global de I+D de ArcelorMittal, el Thyssenkrupp Elevator Innovation Center y el centro tecnológico Idonial. Especialistas en ventilación mecánica del HUCA supervisarán también el trabajo.

A punto de fabricarse los primeros respiradores artificiales con impresión 3D que se probarán en el HUCA

A punto de fabricarse los primeros respiradores artificiales con impresión 3D que se probarán en el HUCA

El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, explicó ayer que "en los próximos días se verá si los ajustes son suficientes y si es posible hacer una prueba técnica que nos diga si el modelo funciona bien. Una vez que tengamos estos datos, los trasladaremos al Gobierno de España para que evalúe si es o no posible tramitar su acreditación para uso clínico". El ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló por su parte que en sus planes entra "validar en estos mismos días" el respirador asturiano. Una vez conseguido, más de 2.000 impresoras de 3D de toda España se encargarán de su producción masiva. Cada equipo tarda en hacerse unas tres horas.

El correo habilitado el pasado viernes por la Consejería de Ciencia (cienciacovid19@asturias.org) para recoger todo tipo de iniciativas no da abasto. La mayoría se ofrecen para imprimir lo que haga falta en 3D, aunque hay otras propuestas curiosas: hay quien deja su piso o su bajo, hay quien quiere dar dinero, hay quien propone coser mascarillas o hay quien se brinda a transportar el material.

De mascarillas va la iniciativa del gijonés Saturnino Bernedo, que empezó ayer a producir en su empresa de Mieres (GTIC, dedicada a la inspección de cables) las primeras prendas para distribuir entre "personal sanitario, guardias civiles, policías... y quien nos lo solicite". Ante la merma de trabajo en su sector, Bernedo y un grupo de empleados han cambiado la electricidad por la producción de material de protección frente al virus. Para ello cuentan con la ayuda de mujeres que desde sus casas cosen, a veces a mano y otras a máquina, las mascarillas. Cada voluntario saca al día entre 30 y 50 prendas. "Esperamos que se corra la voz y que esto vaya a más. Son mascarillas hechas con algodón grueso y son una segunda línea de protección tras las pantallas faciales", detalla Bernedo. Ellos se encargarán de la distribución y la compañía Auxinosa de la desinfección y el empaquetado. "No se va a cobrar absolutamente nada a nadie. Lo hacemos de forma totalmente altruista", insiste.

También en Oviedo, el alcalde, Alfredo Canteli, se comprometió ayer a confeccionar hasta 2.000 mascarillas al día a través del taller de textil del Centro de Formación Ocupacional municipal de La Corredoria. Asimismo, pondrá a disposición de los investigadores asturianos que están desarrollando respiradores artificiales una impresora 3D con la que cuenta el personal del mismo centro.

Cámaras que toman la temperatura sin contacto

Otro proyecto.La compañía tecnológica asturiana Adico (Asturiana de Desarrollos Informáticos y Comunicaciones), con sede en Meres (Siero), produce cámaras termográficas que toman la temperatura corporal sin contacto, a varias personas a la vez, y con mayor celeridad que un termómetro, con precisión en distancias de hasta 9 metros y con un margen de error de 3 décimas. "Todas las soluciones que vayan orientadas a mejorar la tranquilidad y seguridad laboral, serán muy necesarias para estos momentos difíciles, pero también para los meses venideros donde todos tendremos que extremar las precauciones, tanto empresas como trabajadores", explica David Argüelles, director del área de Telecomunicaciones, Audiovisuales y Sistemas de Seguridad de la empresa.

Las cámaras que fabrica Adico, en distintas versiones y con más o menos funcionalidades, permiten "una mejor prevención, control y contención del COVID-19 en los centros empresariales con gran concurrencia de trabajadores o público", como fábricas, hospitales, supermercados o transporte.

Dado que uno de los principales síntomas de las infecciones por virus es la fiebre, la toma de la temperatura corporal es una de las maneras más eficaces de detectar a las personas infectadas, argumentan desde la empresa. Las cámaras termográficas y radiométricas miden la temperatura corporal de las personas por a su capacidad para detectar las radiaciones infrarrojas emitidas por todos los objetos, incluido el cuerpo humano.

Los sistemas de medición de temperatura corporal basados en cámaras, continúan explicando, permiten establecer estaciones de medición de temperatura en puntos estratégicos y con gran flujo de personas, son rápidos de instalar y tienen una alta precisión, que no altera la presencia de fuentes de calor ajenas a la corporal, como un vaso de café caliente o un ordenador portátil en manos de la persona en la que se efectúa la toma.

Su mayor ventaja, según los profesionales asturianos, es que permite hacer la medición desde una distancia de varios metros, así que los técnicos que se encargan de vigilar el proceso pueden colocarse en un lugar seguro y sin riesgo de contagio.

Pueden ser cámaras portátiles o fijas, con funcionalidades de inteligencia artificial, y puntos de asistencia sanitaria digital, con reconocimiento facial, alarma en caso de que la temperatura esté por encima de lo normal, sistema de desinfección y expendedor de mascarillas, diseñados para oficinas, edificios públicos, hoteles, restaurante y espacios comerciales.

riesgo de contagio.

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