Repunte de casos de COVID-19 en Asturias en el primer día de realización masiva de test diagnósticos rápidos. Las cifras ofrecidas ayer por la Consejería de Salud marcaron la cifra más alta de nuevos infectados (93) desde que el pasado 27 de marzo se contabilizasen 104. Entre tanto, el número de muertos fue de 7, todos ellos residentes en centros de la tercera edad. Este último dato corrobora la tesis -expuesta en este periódico desde hace varios días- de que los geriátricos se han convertido en el punto más débil en la batalla contra el coronavirus. Sin embargo, el aumento de nuevos contagiados no tuvo en esta ocasión a las residencias de ancianos como contribuyentes mayoritarios.
Los 93 casos nuevos de ayer hacen que Asturias rebase la barrera de los 2.000 infectados, para situarse en 2.051. En los dos últimos días solo se han registrado en la región 28 curaciones (4 el domingo y 24 ayer), cifra muy inferior a la contabilizada en jornadas anteriores. Hasta la fecha han recibido el alta 458 personas, un 22 por ciento del total de infectados.
La cifra de enfermos hospitalizados aumentó ayer en 14. Pasó de 432 a 446. Este incremento afecta en su práctica totalidad a los ingresados en planta, que han subido de 371 a 383. En las UCI, el aumento ha sido de 2, hasta situarse en 63 pacientes, muy lejos de las 204 plazas de cuidados intensivos que totalizan los centros sanitarios de la región, lo que confirma que, a día de hoy, el riesgo de desbordamiento de las áreas de críticos es mínimo.
Ayer se practicaron en Asturias -supuestamente, en residencias de mayores y entre profesionales sanitarios- 638 pruebas rápidas: casi las mismas que las que se habían llevado a cabo hasta la fecha, y un número un poco inferior a los 672 análisis PCR que también ayer efectuó el Laboratorio de Microbiología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
