Muchas calles españolas, coincidiendo con el permiso por franjas horarias para pasear y hacer deporte, se han llenado de “nuevos runners”. También en Asturias. Ya que mucha gente ha aprovechado la libertad de movimientos para cogerle el gusto a correr. Y con la afición, aparece el viejo enemigo: las agujetas. Los expertos ven normal que después de tantos días de confinamiento aparezcan. Las agujetas, a modo de explicación rápida, son microrroturas que aparecen en el cuerpo por la acumulación del ácido láctico y se van en unas 48 horas.
Y la mejor fórmula para evitarlas es no irse de madre. “El mejor tratamiento es la prevención: estirar bien y hacer ejercicio en progresión muy lenta. No podemos iniciar fuerte el ejercicio, si no que debemos llevar un ritmo adecuado a nuestras posibilidades”, explica Miguel del Valle (Villaviciosa, 1955), especialista en Medicina del Deporte y Catedrático de la Universidad de Oviedo. “Además de las agujetas, también pueden aparecer ampollas, al no estar acostumbrados a zapatillas y calzado deportivo tras tanto tiempo encerrado. Lo mejor contra las agujetas, una vez que surgen, es una buena rehidratación. Mucha gente también utiliza antiinflamatorios o analgésicos. Lo mejor es desintoxicar el cuerpo con una buena rehidratación”, explica Del Valle, que recalca que tras el entrenamiento es preciso aplicar un “enfriamiento”. El experto se refiere a que no es recomendable parar de golpe, si no que se debe optar por unos estiramientos al finalizar (además de los iniciales). Una vez en frío, la crioterapia (usar el frío) también es recomendable.
Los expertos, además, recomiendan a los “novatos” en el running un buen calzado, usar ropa blanca y muchos estiramientos. En este enlace puedes consultar un decálogo elaborado por Javier Montero, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Oviedo
