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Los pescadores meten caña

Los ribereños preparan su equipo para la fase 2, incrédulos por no poder acudir ya al río: "Es un agravio comparativo"

Pablo Osendi prepara el equipo de pesca en El Arenero, en Tineo. D. ÁLVAREZ

Entre molestos por no haber sido incluidos entre las actividades permitidas en la fase 1 y ansiosos por que llegue el momento de echar la caña. Así viven los ribereños asturianos estos días, aún con la esperanza de que las autoridades permitan la pesca "al igual que se ha hecho con otras actividades al aire libre".

"Hoy -por ayer, miércoles- está a la perfección, para todos los cebos y con muy buen nivel de agua". Así de contundente se muestra el ribereño de Cangas de Onís Federico Vega Díaz, más conocido como "Kiko el de La Pina", quien ya está descontando los días que restan para que se levante el telón a la campaña salmonera de 2020, prevista, en principio, para cuando se inicie la segunda fase de la desescalada por el estado de alarma: el 25 de mayo (lunes). "Lo ideal, teniendo en cuenta que el 25 cae en lunes, jornada de descanso en los ríos asturianos, sería que se adelantara la apertura de la temporada al domingo, día 24", explica Kiko Vega. "Salmones hay. No descarto comercializar el campanu, si lo saco y alguien tiene interés por ese primer ejemplar", añade el pescador de Cangas de Onís, que capturó el campanu del Sella y de Asturias en 2013, de 8,850 kilos, por el que se embolsó 6.700 euros. "Al final, todo es cosa de suerte", matiza.

A la espera de que la Administración regional se pronuncie sobre la pesca fluvial y deportiva, todo apunta a que la temporada de salmón con cebo arrancará el 26 de mayo y se dilatará hasta el 15 de junio, y del 16 de junio al 15 de julio, en este periodo con mosca. Eso sí, el 26 de mayo es un día dedicado a los cotos parciales y no podría pescar libremente todo el mundo, salvo que se aplicase algún novedoso anexo a la normativa para la presente campaña de 2020.

No lejos de Asturias, el pasado 5 de mayo comenzó la temporada en aguas gallegas echando a tierra en el río Ulla el "campanu" de aquella comunidad. Apenas unos días después se suspendió la campaña salmonera en Galicia hasta el inicio de la fase 2 de la desescalada, el 25 de mayo, como en el resto del país.

Kiko Vega, padre del piragüista internacional del mismo nombre, espera que todos los que acudan al río a pescar "sean consecuentes y cumplan con las normas y protocolos" por el tema de la pandemia del covid-19. De momento, a escasas fechas del gran día para pescadores y ribereños asturianos, la preceptiva licencia ya está en su poder, así como algún que otro coto reservado -para disfrutar en plan familiar- en los primeros días del mes de junio; entre ellos, el del puente "romano" de Cangas de Onís. Sin olvidar la mascarilla y los guantes. La cuenta atrás ha comenzado.

Ganas en el Occidente

En el Occidente también hay ganas. Es el caso de Pablo Osendi, pescador de Tineo y presidente de la asociación "El Banzao", que lamenta que deportes como la caza y la pesca no hayan tenido el tratamiento de otras prácticas deportivas al aire libre como el ciclismo o el senderismo, que sí están permitidos en los primeros pasos de la desescalada.

Osendi considera que esta situación deriva en gran parte de la imagen social que se tiene de la caza y la pesca. "Tristemente, la imagen que proyectamos en esta sociedad es la de asesinos y las consecuencias las estamos viendo, se han convertido en actividades a eliminar", señala.

Asegura que tiene ganas de volver a pescar y también de ver en funcionamiento el coto de pesca intensivo de El Arenero, en Tineo. La asociación "El Banzao" es la encargada de gestionar la instalación, que mantiene sus puertas cerradas desde que se declaró el estado de alarma, algo inusual en este recinto que está abierto al público durante todo el año y llega a expedir hasta 5.000 permisos de pesca anualmente y recibe la visita de unas 12.000 personas, ya que cuenta con área recreativa.

"Podemos respetar cualquier decisión que se tome respecto a la pesca, pero vemos un agravio comparativo hacia nuestras actividades, que consideramos que no tiene riesgos de contagio frente a otras que sí los ofrecen y, sin embargo, están permitidas", lamenta. En este sentido, recalca que la práctica de la pesca se hace en solitario y, bien en el río o en el coto de pesca, los pescadores se mantienen alejados unos de otros para echar la caña.

No obstante, confía en que "poco a poco podamos salir de esta situación y podamos disfrutar de nuestro deporte como lo hacen los aficionados al ciclismo o a la montaña, dentro de un protocolo de seguridad totalmente asumible".

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