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TERESA SANJURJO | Directora de la la Fundación Princesa de Asturias

"Los Premios ofrecen modelos en valores, que ahora son más necesarios que nunca"

"El nacimiento de la Fundación tuvo mucho de aventura, de riesgo creador, de quijotesco y de empeño idealista, y todo eso está presente en su ADN"

Teresa Sanjurjo, ayer, en la sede de la Fundación Princesa de Asturias en Oviedo, con la escultura de Miró que se entrega a los galardonados en primer término. MIKI LÓPEZ

A lo largo de sus 11 años en la dirección de la Fundación Princesa de Asturias Teresa Sanjurjo se las habrá tenido que ver con situaciones complejísimas, pero ninguna como la de este año. Desde el mes de febrero, ella y su equipo manejan, en la organización de los jurados y para la entrega de los premios, infinidad de escenarios, uno o varios, dependiendo de la progresión de la pandemia de covid-19. No se trata de tener un "plan B", antes de llegar al 16 de octubre, el día en el que está anunciada el acto de entrega en el hotel de la Reconquista, habrán barajado más alternativas que letras hay en el abecedario.

- Tiene entre las manos la edición más rara de la historia de los Premios.

-Desde el mes de febrero estamos trabajando mucho, con un gran sentido de la responsabilidad y de la prudencia, y con dos principios básicos rigiendo todas nuestras decisiones: la protección de la salud y el mantenimiento de nuestra misión fundacional. Hemos aprendido que la capacidad de adaptación es un requisito para pasar por estas situaciones y para adaptarse hay que tener claro quién es uno, para qué esta aquí y cuál es su esencia. Los premios sirven para ofrecer modelos en valores, referentes para la sociedad, y en una situación como ésta, tan inédita, complicada y global, eso más importante que nunca. La ciencia, la cooperación, el funcionamiento de las instituciones democráticas, los derechos humanos, la cultura? Si no ponemos eso en el centro será difícil recuperarse.

- ¿Cuál ha sido el mayor reto adaptativo de la Fundación en sus 40 años de historia?

-La Fundación ha sabido evolucionar con la sociedad, somos parte de ella y la evolución ha sido natural. Es fácil cuando uno sabe quién es y para qué sirve.

- ¿Percibe adhesión social a su proyecto?

-Llevo aquí 11 años, no tengo término de comparación con el año 80. Graciano García y los patronos que estaban en el momento fundacional me han contado lo que tuvo de aventura, de riesgo creador, de quijotesco, de empeño idealista. Eso está en el ADN de la fundación. Procuramos hacer las cosas bien y sí, notamos el apoyo.

- ¿Continúa la aventura? ¿No se habrán acomodado después de tantos años?

-Precisamente para evitar eso la Fundación tiene unos mecanismos de renovación de todos sus órganos, para no dejarse caer en las inercias. Evaluamos todo lo que hacemos y mantenemos un espíritu autocrítico muy alto. Escuchamos las críticas, las internas y las externas, por higiene institucional. Lo hemos hecho con las renovaciones de jurados: entran formas nuevas de valorar a los candidatos, otros perfiles, otras áreas de conocimiento.

- ¿En qué tienen que mejorar?

-Más que mejorar, lo que yo creo es que el trabajo de apertura y conexión que hemos estado haciendo, especialmente en los últimos años, tiene que continuar. Es la mejor forma de transmitir los valores de los premiados. Queremos recorrer ese camino. Ahí tenemos oportunidades. Hemos abierto el origen de las candidaturas y también queremos avanzar en la relación con los premiados de años anteriores, eso nos permite mantener relaciones no solo personales sino también institucionales en muchos países del mundo, de primer nivel, interlocutores muy cualificados que son grandes aliados de la Fundación.

- ¿Mejor con el Ayuntamiento de Oviedo con este equipo de gobierno?

-Mantenemos unas relaciones fluidas y cordiales pero tengo que decir que con el anterior gobierno municipal nuestra relación también fue así. Tenemos un gran respeto hacia el gobierno de todos los ovetenses.

- Pero parte del anterior equipo de gobierno tenía reticencias hacia la Fundación, por un posicionamiento ideológico.

-Nosotros respetamos las opiniones, y mi relación personal fue correctísima y con muchos de los miembros de aquel gobierno fue muy cordial. No tengo ningún comentario adverso que hacer.

- Comparten con el Ayuntamiento ovetense el recinto de la antigua fábrica de armas de La Vega. ¿Acabarán compitiendo por él?

-La Fundación está extremadamente agradecida al Ministerio de Defensa y en concreto a la Delegación de Defensa en Oviedo. Este es ya el tercer año que la Fundación obtiene la cesión gratuita para los eventos de la Semana de los Premios. Nos permite desarrollar de una forma muy diversa la programación cultural. Nosotros lo cuidamos, somos muy rigurosos con todas las condiciones de cesión para que el mayor número posible de personas disfrute de ese espacio. Hasta ahí llegamos.

- Ha sido todo un éxito.

-Hemos trabajado mucho ese espacio, hay un enorme talento en Asturias y hemos contado con él, con artistas y con muchos otros profesionales. Es un espacio que da juego, claro. Nosotros aportamos los premiados y las ideas. La fábrica nos ha dado un marco fantástico para desarrollar eso, y seguiremos, si no es en la fábrica será en otros espacios.

- ¿Cómo andan los números de la Fundación?

-El presupuesto de este año es, como en los años anteriores, muy contenido. Buscamos la eficiencia en nuestro gasto y nuestra gestión. Hablamos de 5.200.000 euros, de los cuales 773.000 proceden de la financiación pública, del Gobierno de España, los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés, el Gobierno del Principado y la Junta General del Principado. El resto son aportaciones de nuestros patronos y de los miembros protectores a los que estamos sumamente agradecidos porque nos dan estabilidad y autonomía. Y tenemos un pequeño porcentaje que es rendimiento de nuestro patrimonio.

- Ha habido recortes en el área musical de la Fundación. Se canceló la escuela de verano, ha habido despidos. ¿Desaparecerá?

-El patronato decidió cancelar la actividad de los coros, por razones sanitarias. En diciembre se reevaluará. Yo no creo que vaya a desaparecer el coro, pero ahora no es el momento para cantar por razones sanitarias. El curso de verano lo cancelamos, porque queremos centrar nuestra actividad formativa en el programa "Toma la palabra", en el que el año pasado participaron 7.000 escolares de todo el Principado.

- Ante la emergencia sanitaria, ¿nunca se planteó la suspensión de los Premios?

-Nuestra posición institucional siempre ha sido la continuidad. Seguimos en esto al gran Julián Marías, que siempre decía: "Por mí que no quede". Vamos a hacer todo lo necesario para que haya premios, manteniendo nuestra esencia, con responsabilidad, prudencia y en constante diálogo con las administraciones.

- ¿Algún adelanto sobre el acto del 16 de octubre?

-Emilio Sagi nos ha asesorado. Pedimos asesoramiento a muchas personas, también hemos querido tener en cuenta su criterio, que es el de un maestro y un amigo. No va a haber público, pero lo estamos haciendo con tanto cariño y cuidado que yo invito a todo el mundo a seguirlo en los medios. La esencia seguirá siendo la misma de todos los años.

- Los premios generan un impacto económico en la región.

-Hablamos de una media de 300 proveedores, asturianos prácticamente todos. Personal directo, los días previos a los premios, seremos unas 200 personas; en las oficinas 60 o 70, mas todo el empleo indirecto, en servicios técnicos, instalaciones, hostelería, transporte urbano, tiendas, gasto en la calle? Tenemos un impacto muy grande. Deloitte hizo un estudio, y por cada euro publico que recibimos aportamos el 7,4 del PIB. Estamos atrayendo dinero a Asturias.

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