El oftalmólogo Luis Fernández-Vega preside la Fundación Princesa de Asturias desde abril de 2018, cuando asumió el cargo en sustitución de Matías Rodríguez-Inciarte. En su tercer año al frente de la Fundación, Fernández-Vega ha tenido que lidiar con las consecuencias de la pandemia. Con la Semana de los Premios ya en marcha, y una vez confirmada la presencia de la Familia Real en Oviedo y Somao para entregar los premios, Luis Fernández-Vega respondió a un cuestionario de LA NUEVA ESPAÑA.
- Faltan unos días para el acto de entrega de los premios, ¿la Fundación está preparada para cualquier contingencia?
-Todo el equipo está preparado, motivado y con mucha ilusión y ganas para llevar adelante esta nueva edición de los Premios. Hemos superado juntos unos meses difíciles y en todo momento el equipo mantuvo firme su determinación por seguir adelante con la misión fundacional, adaptando nuestra forma de trabajar a las circunstancias cambiantes que nos encontrábamos con el deseo de que este año hubiera Premios.
- Con la determinación de celebrar estos premios, ¿están queriendo enviar un mensaje a la sociedad española, al mundo?
-Sería pretencioso por nuestra parte pretender enviar ningún mensaje en ese sentido. Simplemente tratamos de mantener la esencia de aquello para lo que fue creada la Fundación y los Premios, reconocer el talento, los valores más destacados del ser humano y poner el foco en ellos, ofrecer a la sociedad ejemplos que sirvan de inspiración. Creemos que ahora ese mensaje es más relevante que nunca.
- ¿Qué balance hace que sus años al frente de la presidencia de la Fundación?
-Todavía es pronto para hacer balance. Llevo tres años al frente de la Fundación y ninguno ha sido igual al anterior. En mi primer año tuve la oportunidad de sumergirme aún más, pues ya era patrono de la institución y conocía bien cómo trabaja, en el día a día, en todas las claves y los tiempos que se manejan. Además, he tenido el honor de ocupar la presidencia de la Fundación en un momento histórico, como ha sido la primera intervención pública de Su Alteza Real la Princesa de Asturias en el acto del año pasado. Y esta edición, en la que los Premios cumplen 40 años, será recordada también por las especiales circunstancias en las que ha tenido lugar.
- La Corona ha pasado y está pasando por momentos complejos, ¿es una institución con futuro?
-Es una institución muy necesaria en el presente y con mucho futuro, tal y como lo demuestra que algunos de los países más prósperos de Europa, democracias consolidadas y admiradas, sean hoy monarquías.
- Este año todas las actividades culturales de los premios se concentran en Oviedo. ¿La ciudad será siempre la capital de los premios?
-Históricamente la ciudad de Oviedo siempre ha estado estrechamente ligada a la Fundación. En esta ciudad se firmó su acta de constitución, aquí se entregan cada año los Premios y la ciudad se vuelca siempre en el recibimiento a los galardonados. Pero los Premios son ya hoy un patrimonio que los asturianos sienten como propio. Cada año intentamos llegar a más zonas de la región con nuestras actividades. Por ejemplo, el programa para centros educativos "Toma la palabra", que este año la pandemia nos ha impedido celebrar, llegó el año pasado a 114 centros de toda Asturias.
- ¿La Fundación Princesa de Asturias se siente respaldada por la sociedad?
-Constantemente notamos el cariño de la sociedad, en mensajes, cartas y llamadas que recibimos en la Fundación, con el respaldo mayoritario y masivo en las calles el día de los Premios y con la estupenda acogida que cada año tiene nuestra programación cultural, cuyas invitaciones vuelan en minutos apenas se ha abierto el plazo de inscripción.
- ¿Seguirán avanzando en su proyección internacional? ¿Hacia dónde?
-La Fundación lleva años trabajando con el objetivo de que haya una mayor diversidad en todos los aspectos en relación con las candidaturas que se reciben. También estamos muy volcados en mantener y fortalecer los vínculos con nuestros premiados, que conforman una comunidad de excelencia en todo el mundo.
- ¿Qué espera de los premios de este año?
-Espero que un año más, cumplan su cometido. Que nos permitan detenernos a escuchar a las personas e instituciones que tienen algo que decir. Que tomemos distancia del ruido, de lo que no aporta, y nos centremos en los valores que deben estar en el centro del debate y de la reflexión para salir de la crisis que estamos viviendo.
- ¿Y cómo imagina las próximas ediciones?
-Las próximas ediciones tendrán la misma esencia y nos permitirán descubrir nuevos hallazgos, nuevos logros de la humanidad.
- Se habla mucho de los aprendizajes de la pandemia, ¿la Fundación también ha aprendido de esta situación?
-Sin duda alguna esta situación ha tenido mucho de aprendizaje para todos en muchos aspectos, la paciencia, el manejo de los tiempos y la claridad para discernir lo realmente importante de lo accesorio han sido elementos fundamentales para mantener el liderazgo y poder actuar con precisión. Pero ha sido también una oportunidad para ponernos a prueba como organización, para mostrar nuestros reflejos a la hora de adoptar medidas de prevención, nuestra capacidad de respuesta en un entorno complejo y adverso y de toma de decisiones en un contexto cambiante. La Flexibilidad y la capacidad de adaptación del equipo y del Patronato han sido esenciales.
- ¿Cómo le gustaría que la gente pensara en la Fundación Princesa de Asturias?
-Como un patrimonio de todos. La Fundación existe, y así lo sentimos los que formamos parte de ella, como una vocación de servicio, con el objetivo de contribuir a generar ideas, de invitar a la reflexión, al entendimiento. Somos un espacio de concordia.
