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Schulz: "La realidad nos impone no tener una Feria presencial tras 33 años de historia"

La directora del certamen del libro en Guadalajara asegura que "hay sobreoferta virtual; tendremos programa de mucha calidad con menor cantidad"

Marisol Schulz y Álex Grijelmo, durante el encuentro virtual.

Es el evento literario más alegre del mundo. Marisol Schulz, directora general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) desde 2013, aceptó de buen grado la etiqueta que le puso el periodista Álex Grijelmo durante un punto de encuentro virtual. La FIL, premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades junto con el Hay Festival of Literature & Arts, ofrece unos datos asombrosos: 40.000 metros cuadrados, nueve días, 800.000 personas, ochocientos autores, 21.000 profesionales del libro, 2.400 sellos de 48 países, 636 presentaciones, 100 actividades artísticas... Y un beneficio superior a los 300 millones de dólares. Salvo este año, lamenta Schulz: "Nos vamos a pérdidas. Empezaré el año 2021 con las arcas vacías".

La Feria, recordó su directora, tiene como obligación "reinventarse cada año. Pero jamás podíamos imaginar el grado de creatividad de esta edición porque no habrá feria presencial. Trabajamos con la esperanza de que lo fuera, pasteurizada y pasada por gel antibacterial, teníamos un protocolo de trabajo, pero la situación no lo permite. Las cosas no van a mejor de aquí a diciembre. No podíamos realizar un evento con el riesgo de la salud. No podrían entrar niños, población de riesgo? La realidad nos impuso no tener una edición presencial en 33 años. Ha pasado con todo".

La reflexión como equipo, subrayó Schulz, es que "la virtualidad nos satura, hay una sobreoferta virtual. Por eso tendremos un programa de mucha calidad pero de menor cantidad. Es imposible dar 25 presentaciones simultáneas de la mañana a la noche. Sería una locura un evento virtual así".

Los niños están muy presentes en los planes del "ejército" fijo o eventual que compone la organización de la FIL: "Se trata de crear lectores. Hay visitantes que nos dicen: me traían mis padres, y ahora traigo a mis hijos. Hay un sentido de pertenencia muy particular en Guadalajara. La ciudad ha adoptado la Feria".

Schulz, la que el escritor Javier Velasco, llama su "nanager" porque le empujaba a escribir sus historias de la infancia, recordó muchas historias con autores de la relevancia de José Saramago, que "odiaba la comida mejicana. 'Sois diabólicos, le ponéis chile a todo', decía'". Negó que el precio de los libros sean una excusa para no leer: "El buen lector va encontrar siempre la forma de leer. Es más cara la novedad, pero los clásicos son gratis en muchos casos, por ejemplo, para el libro electrónico. O están las bibliotecas".

En 2022 el invitado será un emirato árabe, Sharjah, con un tratamiento a las mujeres muy cuestionado, pero Schulz destacó que "me ha tocado vivir en Emiratos trabajando y hay un verdadero interés por la profesionalización de la mujer. Usan velo, pero cuando salen de allí visten de occidentales la mayoría. La hija del gobernador es la que más lucha por las mujeres editoras en el mundo. Es una feminista. Estuve con mi equipo y el 80 por ciento de las reuniones era con mujeres".

Y un cartel virtual para despedir el encuentro: la FIL como "paraíso del escritor". Guadalajara baila con palabras "hasta altas horas de la madrugada". Leer era una fiesta.

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