Coaña,. Sergio PÉREZ

En el concejo de Coaña comenzó a funcionar a finales del pasado enero el servicio de Policía Local. Un hecho novedoso puesto que nunca antes este municipio había contado con una prestación de estas características. Desde entonces los coañeses tratan de acostumbrarse a Enrique Montero. Este joven gijonés de 27 años comenzó a trabajar el pasado 29 de enero, después de un largo curso de formación que incluyó un período de mil doscientas horas en la Escuela de Seguridad Pública de La Morgal, con prácticas en las policías locales de Gijón, Pola de Siero y San Martín del Rey Aurelio.

Enrique Montero explica que su labor en Coaña es muy diferente al del resto de policías locales de Asturias, tanto por las funciones que tiene que realizar como por el extenso territorio que debe vigilar. «Aquí no te concentras en un núcleo urbano, tienes todo el concejo. Por eso mis funciones son muy variadas. Control de licencias, de obras, de vertidos, de microchips en animales, licencias para el tema de talas, de montes, control de carreteras, tráfico, solicitudes de vecinosÉ», resume el agente.

Además, estos días recorre el concejo para estudiar mejoras en la seguridad vial. Señala que la inexistencia de Policía Local hasta ahora generaba ligeras deficiencias que quiere subsanar. «Hay señales en mal estado, otras están rotas o tiradas, muchas se necesitan y no existen. Hacen falta stops y tenemos sitios donde no se sabe quién tiene preferenciaÉ», enumera el nuevo agente.

Otro de sus objetivos a corto plazo es actuar contra los excesos de velocidad que se producen en las zonas bajas del concejo. Apunta la posibilidad de instalar badenes limitadores de velocidad. «En Ortiguera, por la zona del telecentro, quiero estudiar la posibilidad de señalizar límites de velocidad. Además, cuando acaben las obras en El Espín, analizaremos la posibilidad de instalar más aparcamientos o regularlo de alguna manera», advierte.

Uno de los asuntos que más polémica habían causado en las últimas semanas estaba relacionado con sus competencias en la N-634 a su paso por El Espín. Enrique Montero dice que por su condición de único agente y por su horario -de lunes a viernes, de ocho a tres de la tarde- su capacidad de actuación en esa zona está muy limitada. «En asuntos de regulación de tráfico las competencias son de la Guardia Civil. Pero en temas de estacionamiento sí que puedo denunciar. Puedo regular el tráfico en caso de accidente, pero debe ser la Guardia Civil la que instruya en atestado», aclara. Pese a su carga laboral, concluye:«Esta vivencia no la tiene cualquiera».