Cangas del Narcea,

Pepe RODRíGUEZ

La Asociación de Pescadores «Fuentes del Narcea» creará un banco genético de truchas con el objetivo de ayudar a la recuperación de los ríos de la comarca. Para ello se ha puesto en marcha la elaboración de un estudio de genética por parte de Eva García Vázquez, bióloga de la Universidad de Oviedo y autoridad regional y nacional en genética de salmónidos.

El estudio, pionero en España, evaluará la hormona del crecimiento en la cabecera de los ríos Xunquera, Cadavales, Narcea, Genestoso, Molín, río del Pomar y río del Cabreiro. Las muestras, ya tomadas, empezarán a enviarse la semana que viene a la Universidad de Oviedo. La asociación estima que, una vez realizado dicho estudio, las primeras truchas que integrarán su banco genético lleguen a finales de año.

La financiación de este trabajo correrá a cargo del Ayuntamiento de Cangas del Narcea tras llegar a un acuerdo con la Asociación «Fuentes del Narcea» y la propia Universidad de Oviedo. Las instalaciones para trabajar con el banco genético serán aportadas por esta asociación de pescadores.

Otro de los puntos clave que se esperan resolver con este trabajo es la incidencia de las repoblaciones iniciadas ya en los años setenta por el Icona.

Los pescadores de la asociación canguesa se muestran contrarios a las repoblaciones en general y, avalados por Eva García, esperan que el informe resultante demuestre que estas sueltas masivas pueden llegar a ser perjudiciales para el buen mantenimiento del ecosistema de los ríos. La teoría que defienden, y esperan que sea refrendada, dice que los individuos reproductores han de ser de la misma zona de repoblación y los alevines han de integrarse al río en el momento en que empiecen a alimentarse, ya que es en ese momento cuando son selectivos con la comida.

La trucha de piscifactoría, introducida sin control en el río, puede llegar a desplazar a la autóctona, lo que resulta del todo perjudicial.

La labor de esta agrupación de pescadores siempre está enfocada a la recuperación y al mantenimiento de los ríos de la comarca, pero desde un punto de vista natural, apartando agresiones para que la reparación se produzca por sí sola y sea el propio río el que recupere sus dinámicas. Para ello se encargan de limpiar las márgenes de las riberas, dar claridad al cauce, eliminar escombros y residuos para despejar de maleza los frezaderos, que es la zona donde las truchas desovan y donde comienza la reproducción.

Otras medidas para apoyar esta iniciativa serán pedir que se retrase la pesca de trucha y que haya más zonas catalogadas como «río de alta montaña», ya que, desde hace tres años, se está produciendo una serie de sueltas incontroladas que, según opinan en la asociación, sirven para empeorar la situación.

También se baraja la idea de pedir zonas de veda para el desove con el objetivo de que la población de truchas pueda regenerarse por completo.