Cada vez que llega el día de hoy no me resigno a no recordar que nos enfrentamos a un hecho cultural significativo, la celebración del Día del Libro, que coincide además con la fecha de la muerte de dos grandes genios literarios, Cervantes y Shakespeare. Lo cual debería de ser motivo de estímulo para sentirnos tentados a llevar a nuestra casa uno de esos amigos que alegran el corazón y lo alimentan. Digo yo que siempre habrá en las librerías un libro que sea capaz de despertarnos curiosidad. Sin embargo las encuestas siguen sacudiéndonos con vergüenza, ya que desde hace años siguen manteniendo que el 65% de los españoles no lee un sólo libro al año, y que el 35% restante anda entre uno y dos libros, pero para ello de una manera incompleta, ya que leen el comienzo y se fatigan.

Parece mentira que con estos antecedentes los españoles seamos los más discutidores, y aquellos que tratan de imponer su opinión a los demás.