A pesar de las promesas del alcalde de Navia de que acometería de manera inmediata la restauración de «la poza» de la playa, por tratarse de una posibilidad turística innegable, no parece que haya tomado en serio aquel proyecto porque casi un año después todo sigue en el mismo lamentable estado en el que se encontraba. No debe resultar nada fácil una actuación en esa zona porque Bedia pasó toda una vida haciendo proyectos en balde sobre actuaciones en ella que nunca se empezaron. Y, aunque cuando Palacios adquirió su compromiso en junio yo era consciente de que no se haría para aquel verano, han transcurrido diez meses y seguimos sin ver nada. El caso es que la poza está peor que cuando yo era niño, que nos bañábamos en ella sin ese fango asqueroso, sin las algas y sin la suciedad que domina todo el lago, pero parece que nadie se ha enterado de que se trata de un lugar seguro y de grandes posibilidades.