Taramundi, T. CASCUDO

El Ayuntamiento de Taramundi continúa trabajando en el proyecto de creación del segundo centro de artesanía de Asturias. Están pendientes de la compra de un caserón, propiedad del Arzobispado, en la localidad de Bres. El alcalde taramundés, Eduardo Lastra, confía en que «la compra se pueda formalizar antes del verano» y calcula que su importe se sitúe en torno a los 160.000 euros.

De momento, el Arzobispado aún no ha hecho su oferta definitiva. Pese a todo, un equipo de técnicos municipales y del Principado han estado visitando el inmueble en los últimos días para calcular el presupuesto necesario con el que reconvertir el caserón en centro de artesanos.

La fórmula que quiere utilizar el Consistorio no es nueva en Asturias, ya que es la misma desarrollada en el municipio de Llanes. Pese a todo, Taramundi introducirá algunos cambios referentes a la distribución del centro, que «deberá adaptarse a las características de la casa», matiza Lastra.

En este sentido, el regidor explica que «creemos que se puede aprovechar mucho de la casa, ya que la estructura está en buen estado». Pese a todo, la casona, construida en el siglo XVII y que fue donada al Arzobispado tras la muerte de su propietaria, lleva más de dos décadas deshabitada y en estado de abandono.

Taramundi quiere involucrar en el proyecto a la Consejería de Industria, ya que «nosotros somos un municipio pequeño y no podríamos hacer frente en solitario a un proyecto tan ambicioso». Eso sí, el titular de Industria, Graciano Torre, mostró su interés en la iniciativa destinada a revitalizar el tejido artesanal del concejo taramundés.

El centro de artesanía de Bres podría tener capacidad para unos ocho talleres y su gestión estará en manos municipales. En el inmueble se compaginará la actividad artesanal con la turística, ya que además de convertirse en centro y lugar de trabajo para los artesanos también será lugar de venta y exposición de sus productos.

Según explica Lastra, si todo marcha bien, a lo largo de este año se formalizará la compra y se preparará el proyecto de obra y entre el 2009 y el 2010 se llevará a cabo la rehabilitación del caserón.

Otro de los proyectos turísticos que busca desarrollar en Consistorio taramundés es el de construcción de un campo de golf rústico. Una ambiciosa iniciativa para cuyo desarrollo el Consejo de Gobierno del Principado aprobó a finales de año una partida de 12.000 euros. Con ese dinero, Taramundi contrató el estudio de viabilidad que deberá estar concluido a finales de mayo.

En ese documento, los técnicos estudian cuál puede ser el lugar idóneo para ubicar este campo, que persigue una adaptación plena al terreno. En ningún caso, matizan desde el Ayuntamiento, se trata de un gran proyecto, sino de una iniciativa que busca la gestión municipal de una pequeña superficie de no más de siete u ocho hoyos. Un complemento más para propiciar la visita al concejo pionero en el turismo rural.

«El plazo de presentación del estudio se cumple el 26 de mayo y si no está listo para esa fecha pediremos una prórroga», concluyó Eduardo Lastra.