El año pasado, antes de las elecciones municipales, la ciudadanía salense recibió en sus casas una «Memoria de gestión», lujosamente editada para general conocimiento de los administrados acerca de los trabajos y los días del gobierno municipal. No puedo olvidar la imagen del regidor que no tocaba el suelo y que manifestaba su optimismo con vistas al futuro del concejo. Hubo quién manifestó su deseo de conocer los costes de aquella campaña «informativa». Incluso hubo quien puso reparos estéticos a aquello. Ítem más: alguien se preguntó por qué se incluían en tan apabullantes logros obras que no correspondían al gobierno local. Y, hete aquí, que, sin haber transcurrido un año desde que se formó el último gobierno municipal, recibimos otra nueva entrega, con menos páginas que la precedente, pero también a todo color. Inexpugnable es el empeño por tenernos debidamente informados de lo que vinieron siendo los desvelos del gobierno local en el último semestre del pasado año. Así reza la salutación del primer edil, que esta vez comparece sentado en su beato sillón como regidor.

Nuestra vista se regocija al ver fotografiada la maquinaria adquirida, los caminos asfaltados y todo el conjunto de obras llevado a término. De hecho, el Alcalde afirma que nos encontraremos en las páginas que siguen con toda aquella información que nos interesa. ¡Hay que ver hasta dónde llega su pesquisa y su intuición!

Acaso no estaría de más tener presente que la política no es sólo cemento, que también es gestión y defensa de determinadas inquietudes ciudadanas. Y estas últimas cuestiones difícilmente pueden reflejarse con fotografías a todo color. Hablamos de Sierra Sollera, que, según lo publicado, todos los ayuntamientos implicados, incluido el de Salas, se niegan a explotaciones de canteras, dados los riesgos que ello implica en muchos sentidos, incluido el abastecimiento de agua. Y esto también sucede en otros lugares del concejo, Viescas, por ejemplo. No queremos poner en duda la voluntad de proteger el medio ambiente y los derechos ciudadanos; lo que reclamamos es que se informe al respecto.

Hay gestión política más allá del technicolor, señor Alcalde. Y hay también un distingo fundamental entre ciudadanos y vecinos. La vecindad existe en democracia y en dictadura; la ciudadanía sólo se siente tal dentro de la primera.

Y, desde la conciencia ciudadana, se espera algo más que el technicolor. Defensa medioambiental, demanda de información acerca de las gestiones realizadas, grados de cumplimiento de los compromisos electorales, etc. No todo son botafumeiros ni halagos babosos. Ni tampoco deben serlo.

Por lo demás, los medios de comunicación tienen también su compromiso con la ciudadanía. Es decir, tal vez sin alardes propagandísticos se pueda informar de lo llevado a cabo a través de ellos. Y, de otro lado, algunos consideramos que la opinión periodística no es la lisonja hacia el dirigente político, sino el análisis y la crítica.

¿A que estamos de acuerdo?