Navia, Sergio PÉREZ

Cuentan de Manuel Bedia que, en sus veintisiete años de gobierno, su despacho del Ayuntamiento de Navia fue más su hogar que su propia casa. La asociación Amigos del Concierto de Navia quiso reconocerle el pasado sábado su labor por el municipio en una cena homenaje en la que le hicieron entrega de la medalla de oro 2007 de esta asociación. «Estamos ante un todoterreno de la política, ante un Robin Hood moderno. Navia ocupaba su cabeza las veinticuatro horas del día», señaló Justo García, presidente de Amigos del Concierto. El ex regidor naviego estuvo acompañado por unas ciento veinte personas. Entre ellas, el presidente de Illas-Reny Picot, Francisco Rodríguez; el gerente de Astilleros Armón, José Ramón Álvarez; el propio alcalde naviego, Ignacio García Palacios, además de compañeros de partido como los diputados en la Junta General del Principado Cristina Coto, Luis Peláez, Marcial González y Alfonso Román o el secretario general del PP asturiano, Reinerio Álvarez. Muchos de ellos dejaron a un lado las diferencias sembradas a lo largo de la larga trayectoria del ex alcalde para estar junto a él en una noche tan especial. Para la asociación, este acto hizo justicia a un político controvertido como pocos. «Su trabajo, su entrega y su lucha han convertido a Navia en el concejo motor del occidente», recordó Justo García. El homenajeado afirmó sentirse muy agradecido por este galardón a pesar de que «nunca fui partidario de estos homenajes. Tengo miedo excesivo a la vanidad», señaló Bedia. En su discurso tuvo tiempo para acordarse de su familia y de su mujer, Mari, «por haber sufrido los momentos difíciles que da la política», de sus compañeros, de sus maestros de la escuela nocturna en Puerto de Vega o los alumnos de La Caridad, que, al salir de sus clases, «me daban clase a mí en la botica. Están siempre presentes», recordó el homenajeado. En una velada en la que la música y la política estuvieron estrechamente ligadas, el alcalde, Ignacio García Palacios, destacó lo merecido del homenaje y definió a Manuel Bedia como «el puntero de la gaita que durante muchos años afinó la política naviega mientras yo fui el roncón». Una situación que cambió tras las últimas elecciones . «Yo tengo ahora el puntero y espero que desde tu atalaya de Santa Marina escuches, lo más afinadamente posible, la melodía de la política naviega», concluyó Palacios.