Navia, Sergio PÉREZ

A finales de año, cuando concluyan los trabajos de ampliación que se están llevando a cabo en la factoría de Navia, Ence deberá hacer frente a un importante dilema: cómo transportar la pasta de papel que saldrá de sus entrañas. No será una decisión sencilla, pues el ambicioso proyecto de ampliación de la planta de naviega supondrá incrementar la producción a casi el doble de lo actual, pasando de las 240.000 toneladas al año a 500.000, lo que la convertirá en el auténtico referente europeo del sector.

Este volumen de carga es un suculento «caramelo» económico que ha enfrentado a Galicia y Asturias, que pelean por hacerse con una porción de la tarta de Ence. Es decir: ser la base desde la que la papelera mueva su producción.

Ahora bien, ¿cómo? Por barco o por tren, ésa es la cuestión que enfrenta a ambas comunidades. Ence tiene la opción, si se construye la nave flotante en el Eo, de transportar la pasta con camiones hasta el puerto de Ribadeo y desde allí cargarla en barcos para su envío hacia Europa, tal y como se viene realizando hasta ahora. El muelle flotante será necesario ante el aumento de producción.

Y también está la alternativa del ferrocarril, que sería lo que beneficiaría a Asturias. Mediante un ramal ferroviario entre la factoría y la línea de Feve con Gijón, se podría llevar la celulosa desde la factoría naviega hasta el puerto asturiano de El Musel.

El tiempo avanza y la decisión de la empresa no puede demorarse mucho más. Pero, sea cual sea la opción definitiva, hace tiempo que la polémica está servida. Hace un mes se conocía la propuesta de la empresa gallega Galigrain de construir de una nave semiflotante sobre el río Eo en el puerto de Ribadeo. El objeto de esta obra es que los grandes mercantes puedan realizar las descargas directamente a los camiones de transporte y sin depender de las condiciones meteorológicas. Además, la nave tendrá la suficiente altura para permitir el acceso de los barcos de mercancías. Esta propuesta ha suscitado el rechazo desde la orilla asturiana y también desde el Consistorio ribadense, por ser un «atentado medioambiental» que acabaría con la ría. Por el contrario, esta iniciativa parece haber encontrado un firme defensor en la figura de Jacinto Parga, presidente de Puertos de Galicia, entidad que apuesta por seguir adelante con el proyecto.

La opción del ferrocarril ha encontrado un firme defensor en el alcalde de Navia, el socialista Ignacio García Palacios. El proyecto pasaría por transportar en tren de la pasta de papel desde la papelera hasta el puerto de El Musel (Gijón). «Sería una medida mucho más económica y respetuosa con el medio ambiente», sostiene García Palacios.

El proyecto, denominado «Conexión ferroviaria Navia-Ence» prevé la creación de un ramal que conectaría la línea de Feve con la factoría de Ence, con una extensión de aproximadamente kilómetro y medio. La nueva línea cruzará el arroyo de Balmeón, que salvará gracias a un viaducto de ciento veinte metros De allí, continuará hacia el Sur por debajo de la variante de Navia hasta llegar al río Anleo, que salvará mediante un viaducto de cincuenta metros. A partir de este punto la línea deberá atravesar un túnel que pasará por debajo de la carretera regional AS-25, que enlaza Navia y Villayón. A su salida, el trazado entrará ya en las instalaciones de la papelera. Este recorrido experimenta una cierta curvatura para evitar destrozar los humedales de Las Aceñas.

La nueva línea permitirá transportar cuatrocientas mil toneladas de pasta de papel al año, doscientas mil de madera y posibilitará eliminar de las carreteras cincuenta mil camiones al año. Hay que tener en cuenta el beneficio de El Musel. Según Ignacio García Palacios, la apuesta por el ferrocarril traería consigo otras efectos positivos como «la reactivación de polígonos industriales de la zona, colocaría a El Musel como puerto asturiano de importancia máxima y potenciaría el transporte de pasajeros».