Diríase que el tiempo está a punto de hacernos perder incluso el derecho al desahogo de la ironía. Por eso pienso que hacen mal quienes a causa de las lluvias continuas de estos días optan por quedarse en casa. Es verdad que la climatología no está para que nos marchemos a la playa dispuestos a dar un baño, pero tampoco es como para quedarnos en casa encogidos y malhumorados ante una climatología que nos quiere castigar. Asturias es precisamente una de las regiones en las que más se puede disfrutar con la lluvia, puesto que rompe la monotonía y le confiere una fuerte personalidad. Porque resulta tan generosa que permite pasar en el espacio de unas pocas horas pasar de un campo seco a otro esponjoso y chorreante, con infinidad de verdes tan diferentes. Por eso sostengo que el frío, la lluvia y la pereza no pueden ser la excusa para no disfrutar del paisaje en cada circunstancia.