V. DÍAZ PEÑAS

Belmonte,

El Ayuntamiento de Belmonte mostró ayer su rotundo rechazo a la intención de la Consejería de Educación de dejar de impartir las clases en el colegio público del concejo a los alumnos de primero y segundo de ESO. Por ello, el Peno aprobó por unanimidad un documento en el que se califica la iniciativa de error, ya que no facilitará ni la enseñanza ni la educación de estos niños, que tienen entre 11 y 12 años.

El propio Pleno hizo suyas las peticiones de la asociación de padres del colegio belmontín y aseguró que de llevarse a cabo el cierre del colegio se perjudicará seriamente la educación de los niños. En el texto aprobado se recoge que muchos de ellos deberán levantarse sobre las seis de la mañana para poder coger el transporte público que los lleve al instituto. Todo ello sin contar las dificultades que acarrea la altitud y dispersión de la mayoría de los núcleos del concejo. Los padres de los alumnos criticaron este tipo de medidas que discriminan a los habitantes del medio rural y matizaron que con el cierre de las clases se certifica que los de Belmonte tienen menos derechos que los niños de otros lugares. «Casi diez horas fuera de casa, los madrugones y el cansancio no contribuirán a su educación».

«Entendemos que haya pocos niños y que sea un gasto, pero más se gasta en otras cosas menos importantes», matizó el presidente de la Asociación de Padres y Madres de Belmonte, Julio Cabal.

Los padres también criticaron que los gobernantes se contradigan hablando de promocionar la vida en los pueblos y cerrando los colegios rurales, perjudicando a las zonas rurales.

15 niños y 70 kilómetros

Los padres de los 15 niños afectados critican que sus hijos deban realizar una media de 60 a 80 kilómetros diarios para ir al Instituto de Grado. Ven negativo que los niños de 11 y 12 años tengan que compartir centro educativo con jóvenes de 18 y 19 años, y se quejan de la falta de comunicación con la Consejería de Educación.