Castropol,

T. CASCUDO

Todo un éxito. Lo dicen los vendedores ambulantes que ayer estrenaron el primer mercado semanal en Castropol. La cita será cada miércoles, coincidiendo con el mercado de Ribadeo, del que huyen por su masificación y el precio abusivo de las tarifas cobradas por el Consistorio. El mercado castropolense nace con cinco vendedores y una premisa de mantener la calidad con el mismo precio de venta al público que en otras citas similares.

Castropol se sube así al carro de los mercados ambulantes que se celebran a diario y de forma periódica en la mayor parte de los municipios de la rasa. De hecho, entre Valdés y Ribadeo, tan sólo Coaña y Castropol carecían de este tipo de convocatorias. Los lunes la cita está en Tapia; los martes, en La Caridad; los miércoles, en Ribadeo y Luarca, los jueves, en Navia; y los sábados, en Vegadeo.

El portavoz de los cinco feriantes que se han instalado en Castropol es Iván Martínez, quien cuenta que en Ribadeo «está todo muy masificado y hay muchos puestos ofreciendo las mismas cosas, además de las tiendas del pueblo». Por eso pensaron en Castropol con la premisa de la calidad y que haya un sólo puesto para cada materia. Ayer el nuevo mercado vendió zapatos, embutidos, mantelería y fruta.

Martínez dice que su objetivo es «no crecer en exceso y si se crece hacerlo con productos diferentes». Y dice que ese es el compromiso del propio Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez.

Para el regidor, la iniciativa nada tiene que ver con hacer competencia a Ribadeo ya que, asegura, «la propuesta vino de los propios comerciantes». El Alcalde aplaude la creación del mercado y confía en que funcione bien.

Los cinco promotores son de la Mariña lucense y aseguran que las tarifas en el Occidente son menores que en Ribadeo, donde los comerciantes están a disgusto por la aplicación de una subida de tasas que les llevó a la huelga hace meses. «En tiempos de crisis tenemos que buscarnos la vida», apunta Martínez. De momento, el precio de cada puesto en suelo castropolense está por determinar, ya que es algo que debe aprobarse en Pleno municipal. No obstante, los comerciantes confían en que sea una tarifa asequible como la que opera en concejos vecinos como El Franco.

Los castropolenses respondieron a la primera convocatoria a pesar del mal tiempo. «No nos esperábamos tanta gente y menos el primer día», dice Martínez. Una mujer al pie de su frutería alaba el mercado pues, dice, «es muy cómodo para los que no tenemos coche para ir a Ribadeo».