Castropol,

T. CASCUDO

Se llama Álvaro Fernández, estudia sexto de Primaria en el colegio La Paloma de Castropol y ayer tuvo la oportunidad de convertirse en alcalde durante unas horas. Álvaro, junto a sus quince compañeros de clase, participó en el primer pleno infantil que se desarrolla en la comarca, en el que además debatieron y plantearon algunas propuestas y obras de mejora para su ayuntamiento.

La actividad, promovida por el Plan de Drogas, forma parte del Programa de Participación Infantil y Adolescente que comenzó en marzo en el municipio y que pretende desarrollar prácticas de participación en los más pequeños.

Álvaro se mostró muy suelto en el sillón de Alcalde e incluso recibió consejos del ayer depuesto regidor castropolense José Ángel Pérez. En el centro de la mesa dirigió el debate, abriendo turnos de palabra y de votaciones y saliendo al paso de cualquier duda expresada por sus concejales. Los propios niños fueron los encargados de organizarse en dos partidos políticos, por un lado el partido Derecho de los Niños (DRN) y por otro Grupo Escolar Juvenil (GEJ).

Al Alcalde Pérez la iniciativa, con la que también han celebrado el trigésimo aniversario de la Constitución española, le ha parecido «muy novedosa» y dijo a los niños que tomaría nota de todas las propuestas planteadas.

En el primer punto del orden del día figuraba la eliminación de barreras arquitectónicas en el colegio La Paloma. La portavoz del partido DRN hizo pública la petición de que este tipo de obras se extendieran a otras partes del núcleo urbano. El Alcalde recogió la propuesta y matizó que pedirían una subvención y que en función del montante se irían ejecutando actuaciones.

Otra de las propuestas sugeridas por los niños fue la de convertir el campo de La Paloma, en el que último temporal derribó buena parte de sus árboles, en un campo de atletismo o zona de deporte. Demostraron los pequeños que el deporte es una de sus preocupaciones, ya que también formularon la necesidad de reparar el gimnasio de su colegio.

La reparación de carreteras interiores del concejo (que «están fatal», según los niños), la creación de un carril bici en determinadas zonas como el entorno de las playas de Arnao y Penarronda y la compra de más ordenadores para biblioteca figuraron ayer en su lista de demandas.

El pleno discurrió con normalidad, a pesar de que los pequeños castropolenses desconocen aspectos de la política como la disciplina de voto. En este pleno en miniatura cada concejal votó sólo aquello que de verdad consideró oportuno.