Mousende (Taramundi),

T. CASCUDO

Sara Corveiras dice que la historia de sus antepasados es digna de una novela y hasta de ser llevada a la gran pantalla. Quizás su sueño no sea tan irrealizable como el del resto de los mortales porque se da la casualidad de que su familia en tierras argentinas le emparenta con el director de cine Juan José Campanella. El reputado cineasta, autor entre otras joyas de la aclamada «El hijo de la novia», acaba de colocar su última película, «El secreto de sus ojos», en la selecta lista de las cinco mejores cintas de idioma extranjero que optan al premio «Oscar», además de a los Goya españoles. Su familia taramundesa le sigue la pista y confía en su éxito.

Sara Corveiras vive en la pequeña localidad de Mousende, rayando con Galicia. Como dice ella con gracia: «Por cuarenta metros no soy gallega». De ese mismo pueblo partió hace décadas Julio Quintana, emigrante argentino y abuelo de Juan José, con el objetivo de labrarse un futuro mejor. Por eso Corveiras sigue con ilusión los progresos de Campanella y rebusca su nombre en todo cuanto periódico o revista cae en su mano. «Ojalá se lleve el "Oscar", sería un gran orgullo».

Pese a todo, Sara Corveiras asiste al éxito de Campanella con cierto pesar por haber perdido el contacto con la madre de éste, Luisa Quintana. Ambas volvieron a estrechar los lazos familiares tras la visita que hicieron a Sara en 1975, cuando Juan José Campanella era solo un niño de ocho años. «Vinieron a pasar unos días con nosotros y desde ese momento comenzamos a mandarnos cartas y regalos. Ella era muy cariñosa y me llamaba Sariña», precisa.

No obstante, Corveiras es poco amiga de las cartas y por pereza fue dejando pasar las respuestas postales a su prima argentina. Luisa Quintana enfermó tiempo después de Alzheimer. «La película 'El hijo de la novia' cuenta su historia, me da mucha pena», explica Sara.

Sara y Luisa no comparten apellido porque son fruto de los dos matrimonios de su bisabuela Isidora. Nacida en San Tirso de Abres, su familia le organizó un matrimonio de conveniencia para evitar que se casara con su novio, el viajante de comercio Pedro Corveiras. Así es que Isidora se casó en Mousende con José Novo, pero con la promesa de Pedro de que la esperaría el tiempo que hiciera falta. Así fue como al fallecer Novo, de cuya descendencia viene Campanella, Pedro Corveiras fue en busca de su amada. Este segundo matrimonio origina la rama familiar de la que procede Sara Corveiras. Esta es la historia de amor que ella considera digna de ser novelada.

Campanella repitió en 2005, treinta años después, el viaje que había hecho de pequeño con su madre y visitó a Sara por sorpresa. «Estaba rodando en Mieres la serie 'Vientos de Agua' y vino hasta aquí con su compañera y uno de los actores. Llegaron por sorpresa y a última hora de la tarde». Cuenta Sara que el director demostró tener una memoria «prodigiosa», ya que supo encontrar el camino a la cocina y al cuarto en el que había dormido tres décadas atrás. «Desde entonces no lo he vuelto a ver y tampoco lo llamé, es un hombre muy ocupado y no quiero molestar». No obstante conserva los teléfonos que le dejó y también su correo electrónico al que espera, con ayuda de su nuera, enviarle una felicitación si se hace con el Óscar. Dice esta taramundesa de 73 años, dueña junto a su marido de la popular panadería Mousende, que Juan José es «muy cercano y cariñoso, como su madre».

También dice que gana en las distancias cortas porque en las fotos «sale mucho más feo y viejo». Sara le desea toda la suerte a Campanella y está segura de que si su madre fuera consciente del éxito de su hijo estaría «muy orgullosa de ver lo que ha conseguido». Cuando en la noche del próximo 7 de marzo Campanella se siente en su butaca del teatro Kodak de Los Ángeles, sentirá la energía y el cariño de sus paisanos de Mousende.

El cariño es mutuo, ya que el director se ha referido en más de una ocasión a este rincón taramundés como «uno de los lugares más hermosos de la tierra».