Santiago (Valdés),

A. M. SERRANO

El Ministerio de Fomento se ha comprometido a estudiar «la viabilidad técnica de rebajar la rasante para minimizar las afecciones acústicas, visuales y de comunicación» del tramo Otur-Villapedre de la Autovía del Cantábrico. La asociación de vecinos Río de La Olla, que desde finales de 2009 protesta por la altura proyectada para el trazado, recibió el pasado lunes la respuesta oficial a sus peticiones, dos meses y medio después de que sus representantes mantuvieran una reunión con el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, y con el alcalde de Valdés, Juan Fernandez Pereiro, en la cual solicitaron que se rebaje la altura de la vía, para evitar «que se construya un muro y divida a los pueblos de la parroquia».

La carta dirigida a la presidencia del colectivo vecinal por Fomento deja en manos de Demarcación de Carreteras de Asturias la solución técnica de las reclamaciones y explica que en ningún caso el proyecto de obra del tramo Otur-Villapedre incumplía la normativa europea ambiental, como llegaron a manifestar los habitantes de la parroquia de Santiago.

La misiva fue recibida con satisfacción por parte de los habitantes de esta zona valdesana, aunque las protestas contra el proyecto inicial de la obra se mantendrán todos los miércoles hasta que Antonio Trevín, como se comprometió en la última reunión con los vecinos, se ponga en contacto con la directiva del colectivo «y presente el proyecto con los planos y la nueva altura de la vía». En principio, y a tenor del escrito, los pasos superiores se mantendrían, como exigían los vecinos. Lo que está todavía por estudiar y no deja aclarado la carta de Fomento es la altura definitiva de la calzada. Los vecinos se quejaban de que en algunos puntos el tramo podría alcanzar los diez metros de altura por encima de la rasante, «una aberración», a juicio del colectivo Río de La Olla.

El gobierno municipal de Valdés (PSOE), que apoyó desde el principio las propuestas de los vecinos e incluso se implicó en su apuesta con la elaboración de un estudio técnico, también se mostró satisfecho con la carta remitida por el Ministerio de Fomento, como aclaró la concejala delegada de Consumo, Lilia María Pérez, presente ayer en la protesta vecinal junto a Domingo Fernández Crespo (PP) y el edil no adscrito, Balbino Suárez.

El Ministerio no sólo explica en su carta que se puede rebajar la altura de la vía, como reclamaba la parroquia de Santiago (que agrupa a unos 1.000 vecinos), sino que también hace alusión a los condicionantes culturales que planteaba la asociación para llevar a cabo el proyecto de obra. Dice en el escrito que la protección del túmulo de la Garita y el Molín del Obispo está en manos de la Consejería de Cultura, que es la administración competente en esta materia.