Tapia de Casariego,

T. CASCUDO

Está en marcha una de las últimas grandes obras que se realizan en Tapia antes de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pendiente desde 2005. Se trata de la construcción de la urbanización «Las marinas de Tapia» que, aunque con cambios en su desarrollo, está a punto de concluir la primera fase de obras. Sus promotores confirman cierta reactivación en la venta y apremian al Consistorio a desbloquear cuanto antes el planeamiento pues lo consideran necesario para la villa.

El gerente de la empresa inmobiliaria Servinter, Santiago Jarén, dice que durante meses se ha notado el frenazo en las ventas consecuencia de la situación económica, pero que poco a poco la cosa va mejorando. «Tapia sigue teniendo un cliente asiduo que demanda vivienda, lo que hace falta ahora es que se pueda construir», afirma. Jarén es muy explícito al indicar que la villa necesita el nuevo planeamiento «como el comer» ya que apenas hay posibilidades ahora para construir nada por la falta de suelo.

El plan abrirá la puerta al crecimiento de la villa aunque Jarén asegura que debe hacerse «con calma». Dice este gestor que Tapia «no debe dejar de ser un pueblo porque es lo que reclama el comprador». Servinter se ocupa de comercializar las parcelas de esta nueva urbanización que constituye la enésima fase de crecimiento de una de las zonas más turísticas de la villa: La Reburdia. Esta construcción se localiza en una parcela de 13.058 metros cuadrados entre la urbanización «Entreplayas» y el camping «Playa de Tapia». En un primer momento se planteó la venta de viviendas unifamiliares pero la crisis le ha llevado a reformular el proyecto y con la urbanización prácticamente lista han decidido optar por la venta de parcelas. «El proyecto es igual sólo que en lugar de vender la casa se vende la parcela para que cada uno edifique según sus gustos. Sólo hay que cumplir la normativa fijada para esa zona», explica Jarén.

Pese a que el pleno aprobó a finales de 2007 esta ejecución, las obras se han demorado casi dos años. Ahora, una vez iniciados los trabajos, la cosa marcha bien y ya han vendido seis de las catorce parcelas que recoge el proyecto. La edificabilidad es reducida en esta zona y sólo se permite construir en un tercio de los aproximadamente 450 metros cuadrados de cada parcela. Los terrenos, ya urbanizados, se comercializan a una media de 120.000 euros.