Luarca (Valdés),

El investigador John Armstrong se encuentra en Luarca para debatir sobre los salmónidos y su futuro. Estudia el comportamiento de esta especie en Escocia. Estos días coordina una de las áreas de trabajo del congreso internacional que se celebra en Luarca, la que busca entender los mecanismos de selección de los hábitats de los salmónidos. Se lo piensa dos veces al hablar de una posible extinción del salmón y en esta entrevista muestra cierto optimismo sobre su futuro.

-¿Hay soluciones para recuperar el salmón?

-Estamos preocupados por los cambios que se producen en el mar y que han ocasionado que haya menos peces para reproducirse. Por eso es tan importante producir tantos pequeños salmones como sea posible. Tenemos que hacer todo lo posible para que el hábitat de arroyos y ríos sea el mejor para estas especies.

-¿Qué es «todo lo posible»?

-Necesitamos que el agua tenga calidad, lugares que funcionen como refugio para que los peces puedan escapar de sus depredadores; grandes rocas y mucho alimento. Todo esto se traduce en tener buenos ríos en las riberas. Toda la cuenca es importante y su manejo integral afecta al hábitat de los peces. Pero no se trata de buscar una sola solución. Lo que hay que hacer es identificar el problema más importante de cada localidad o zona para encararlo o resolverlo.

-¿Sabemos cuál es, en todo caso, uno de los problemas más insistentes?

-El agua se necesita para muchas cosas: para la agricultura, para el consumo humano, pero también la necesitan los animales y tenemos que entender cuánto necesitan ellos para poder tomar nosotros sin robarles la parte que les toca. Necesitamos aprender a compartir el agua.

-¿Es posible?

-La directiva europea del agua está tratando de encontrar fórmulas para compartir el agua de la forma más efectiva posible.

-¿Se necesitan medidas más drásticas para evitar que los hábitats se deterioren?

-Todavía no sabemos cómo va a aplicar cada país esta nueva norma europea. Es una pregunta que tienen encima de la mesa muchos países, que tendrán que decidir cómo pueden asumir de la mejor manera la directiva.

-En todo caso, ¿esta norma es suficiente?

-Si soy honesto, es un gran paso adelante. Y pienso que hay que tener cuidado con los cambios resultantes de esa directiva, y cómo afectará su aplicación en cada lugar. Es importante seguir las repercusión de las normas sobre las poblaciones de peces para hacer un ajuste más fino. Hay que hacer un diagnóstico.

-En Asturias, el Principado ha regulado y ha aplicado la pesca sin muerte.

-En Escocia está muy difundida y la gente piensa que es una buena medida para el manejo de las poblaciones.

-A corto plazo otros científicos consideran que es pobre e innecesaria.

-En Escocia esa medida se acepta. Al pescador le gusta comer el pescado, pero también seguir pescando toda su vida. Aún así, es sólo una medida, pero si quieres tener más peces, tienes que trabajar sobre el hábitat.

-¿El cambio climático y el mal aprovechamiento de los ríos están entre las causas que han favorecido la disminución de las poblaciones salmónidas?

-Es difícil tener esa información, pero sabemos que hay cambios en las áreas de alimentación que pueden estar relacionados con los cambios globales. El problema es que se están sucediendo estos efectos y pueden hacer que aparezcan otros peores que no podemos controlar, que son cambios globales. Nosotros podemos trabajar en las zonas que controlamos, como los ríos.

-¿El salmón está en peligro de extinción?

-(Piensa unos segundos antes de contestar) Creo que debemos ser cuidadosos. España se encuentra en el límite sur de la distribución de estos peces y este país tiene que ser especialmente cuidadoso.

-¿Por qué?

-Creemos que los peces de España y Escocia van a alimentarse en zonas del mar del Norte y por lo tanto, los de España tienen un largo viaje por delante y pueden tener más problemas en el mar. Y además aquí el clima es más templado, más cálido y los salmones son peces de agua fría.

-¿Falta más conciencia social y política sobre el riesgo que corren estas especies?

-Hay que prestar más atención al seguimiento de las medidas y fórmulas que se aplican y después ver qué opciones, que serán diferentes, tiene cada territorio para proteger a los peces.