Oviñana (Cudillero),

T. CASCUDO

Nada menos que dos años llevaba el Servicio de Inspección y Vigilancia Pesquera investigando a los dos pescadores furtivos que el jueves fueron detenidos en San Juan de la Arena (Soto del Barco) con 10 kilos de percebes y otros 4 kilos de pescado. La noticia ha sido aplaudida por los perceberos del Occidente que sabían de la existencia de estos furtivos avilesinos, habituales de la zona costa entre Castropol y Cudillero.

Fuentes cercanas a la investigación -orquestada desde la Dirección General de Pesca del Principado- han explicado que detectaron a los furtivos -dos hermanos cuyos nombres responden a las iniciales de I. G. C y R. G. C-, muy cerca del Cabo Vidio en Oviñana, concretamente en la roca conocida como Rioperes. Su detención fue compleja y requirió de la intervención de la patrulla del Seprona de Avilés y también de la Cofradía de Pescadores de Cudillero. Desde esta última explica su patrón mayor, Salvador Fernández, que están muy satisfechos con el trabajo realizado: «Hay que dar la enhorabuena a todos los que trabajaron en la operación porque llevábamos tiempo detrás de estos furtivos. Sabemos de dos equipos más y seguiremos trabajando hasta dar con ellos». El patrón pixueto explicó que estos pescadores eran habituales de la costa de Cudillero, aunque también se movían por concejos vecinos.

En el momento de la detención los furtivos avilesinos llevaban consigo 10 kilos de percebe de «altísima calidad y valor comercial astronómico». La infracción cometida está considerada como una falta administrativa grave por varios condicionantes: capturar el percebe con el método del buceo, hacerlo en época de veda y además en una zona incluida dentro del plan de explotación Oviñana-Cudillero.

En la operación no sólo se decomisó lo capturado sino todo el material de los perceberos. La lancha «zodiac» en la que se movían, el motor, el remolque, los trajes y, al menos, cinco fusibles, además de numerosas herramientas de trabajo. El valor total de todo el equipo asciende a unos 25.000 euros, aproximadamente. Además, según explican fuentes cercanas al caso, la operación resultó extremadamente compleja. Primero porque los furtivos demostraron conocer bien la zona y fue difícil evitar su fuga; y segundo, por lo bien ocultadas que llevaban las capturas. «Tenían todo bien preparado y escondían el material en un doble fondo de la zodiac. Hubo que sacar una veintena de tornillos hasta que se logró recuperar la captura», precisaron.

Los dos furtivos han quedado en libertad tras presentar declaración.