Cangas del Narcea / Salas

P. RODRÍGUEZ / V. DÍAZ PEÑAS

La autovía Oviedo-La Espina es la eterna referencia, la eterna espera, que permite explicar el futuro de todo el suroccidente de Asturias. Desde su misma concepción se entendió como el fin a la ancestral incomunicación de la comarca y como una puerta abierta a la futura unión con Ponferrada, lo que significaría una comunicación con la Meseta del todo necesaria para vertebrar el norte.

Sin embargo, los retrasos no paran de acumularse. El último, a tenor de las palabras del delegado del Gobierno, Antonio Trevín, se traduce en las dudas de que la primera calzada del tramo Salas-La Espina se abra este año, como estaba previsto. Eso ha causado un estado de opinión escéptico a cualquier fecha de apertura de tramos. Los alcaldes de los concejos afectados parecen afrontar estos contratiempos de forma diversas, pero todos ellos coinciden en la gran importancia que tiene que esta vía de comunicación se termine lo antes posible.

Marcelino Marcos Líndez, alcalde de Tineo por el PSOE, explica que «me preocupa la espera, pero sabemos que no hay recorte de presupuestos y que se está trabajando bien y a buen ritmo, y eso nos satisface mucho». Antes de hacer ninguna valoración sobre el futuro de las obras, Marcos Líndez recalca que «vamos a esperar a que pase el año, a ver cómo se desarrolla. Para nosotros sería algo muy importante que se abriese una de las calzadas entre Salas y La Espina, y que se concluyera, como así será, el tramo Grado-Doriga, pues todo parece indicar que los plazos de apertura en el verano se cumplirán». Lo que más preocupa al alcalde de Tineo, y lo que espera que no pase es que haya nuevas modificaciones, porque eso supone unos trámites burocráticos que son los que enlentecen las obras.

Por su parte, José Manuel Martínez (IU), alcalde de Cangas del Narcea, se muestra mucho más contundente en sus valoraciones. Cree que «esta obra no deja de ser una nueva tomadura de pelo al suroccidente. Llevan dos años de retraso y van a acumular otros dos más, casi seguro. Estoy convencido de que no estará abierta hasta el 2013 por lo menos». Para Martínez, la única posibilidad de alguna apertura se centra en el tramo Grado-Doriga, «seguro que ese lo abren para las elecciones, pero sólo porque hay elecciones, como de costumbre». En opinión del edil cangués esta clase de retrasos es el que destroza a las zonas mineras y recuerda que «los fondos mineros se crearon para que, de forma inmediata, se diera solución a unas comarcas que lo iban a pasar mal por la reconversión de la industria del carbón. Lo que no puede ser es que lleguen las cosas 20 años tarde porque entonces no queda nadie en los sitios».

El alcalde de Salas, Jose Manuel Menéndez, califica de «mala noticia» el anuncio de un nuevo retraso en la puesta en marcha del vial entre Salas y La Espina. El socialista señala que los retrasos nunca son buenos. No obstante, Menéndez matiza que la zona en la que se desarrollan las obras es inestable y que el trazado ha tenido que salvar importantes problemas. El alcalde salense espera, no obstante, que al ritmo que actualmente se desarrollan los trabajos el retraso en la apertura de la vía no sea demasiado importante.

Menéndez apunta que la autovia entre Oviedo y La Espina es una infraestructura más que necesaria para el desarrollo de la comarca suroccidental, por lo que un nuevo retraso solamente significará un parón en el avance económico y social de la zona. El alcalde salense confiesa, sin embargo, que lo que más le preocupa no son los retrasos, sino que la obra se pueda ver afectada por los recortes previstos por Fomento. Finalmente, Menéndez calificó de «absurdas» las críticas vecinales que alertan de que el tramo quede en un vial de dos sentidos.

Por su parte, el Alcalde de Grado, Antonio Rey (PP), también calificó de negativa la noticia del retraso anunciado por el delegado del Gobierno, Antonio Trevín. Rey criticó que las obras se vuelvan a retrasar cuando se habían comprometido para 2006. «El desencanto es generalizado, tenía que estar lista hace tiempo y siguen los retrasos», concluyó.