Belmonte de Miranda,

Belmonte de Miranda quiere acabar con la leyenda negra que gira en torno al lobo ibérico. El concejo, en cuyas sierras campan a sus anchas estos cánidos, pretende inaugurar durante el primer trimestre del próximo año un centro de interpretación dedicado a la especie, así como un cercado sito a un kilómetro de la villa y en el que vivirán ocho ejemplares en régimen de seminaturalidad.

El Delegado de Gobierno, Antonio Trevín, visitó ayer las obras del futuro centro y del cercado en compañía de la Subdirectora de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Marta García; el Director General de Biodiversidad y Paisaje de la Comunidad Autónoma, José Félix García Gaona; el director del área de Agricultura y Pesca de la Delegación del Gobierno, Francisco González Zapico; y el alcalde de Belmonte de Miranda, Roberto Pérez.

El proyecto, que se enmarca dentro de los planes de la Red Natura 2000, es, según Trevín, «el equipamiento más avanzado hasta el momento». «El diseño de las programaciones nos indicarán qué líneas se pueden seguir en otros lugares», subrayó el Delegado de Gobierno, el cual comentó que «de los 150 millones de euros con los que ha sido dotada la Red Natura 2000, alrededor de 10 serán destinados a actuaciones en el Principado».

En concreto, las obras de adecuación del centro de interpretación del lobo, la dotación de sus contenidos y las labores de construcción del cercado cuentan con un presupuesto cuyo importe se eleva a 1,4 millones de euros. El objetivo del proyecto es verter luz sobre la figura del lobo y devolver, en forma de beneficios, los daños que ha causado el cánido. «La concepción final del centro tiene por meta generar un conjunto de actividades que tienen que ser un revulsivo para la zona», matizó Félix García Gaona. Y añadió: «Se trata de realizar obras en el mundo rural que generen empleo y posibilidades de futuro además de tener en mente la conservación del entorno».

No en vano, la idea surge como un deseo por emular, en cierto modo, a la Casa del Oso de Proaza y al cercado de los plantígrados más famosos de Asturias: «Paca» y «Tola». Y es que, una vez finalizadas las obras de adecuación del centro de interpretación del lobo, sito en las viejas escuelas de Belmonte, los visitantes podrán visitar sus instalaciones y después podrán disfrutar de un apacible paseo de un kilómetro que los llevará por las orillas del Pigüeña, a través de La Castañal, hasta el paraje de la Fuente del Oso donde, ocho lobos ibéricos, cuya procedencia aún no ha trascendido, habitarán en estado semi salvaje. Será entonces cuando Belmonte de Miranda se convierta en la «capital del lobo» en Asturias.

El cercado en el que convivirán ocho lobos en estado de semilibertad se encuentra a un kilómetro de la capital del concejo, en el paraje de la Fuente del Oso. Las obras de adecuación de la finca donde habitarán los cánidos se centran, a día de hoy, en el cercado -en la foto-, que rodeará una superficie de unos diez mil metros cuadrados. Tras visitar el centro de interpretación, los turistas podrán disfrutar de un paseo por las orillas del Pigüeña para contemplar a los ejemplares, informa I. PULIDO.

El centro de interpretación del lobo está siendo adecuado en el edificio de las viejas escuelas de Belmonte -en la foto-. Contará con dos plantas y un semisótano en una superficie total construida de 462,5 metros cuadrados dedicados única y exclusivamente al legendario cánido. Una vez finalizadas las obras, será gestionado por la Consejería de Medio Ambiente. El presupuesto de sus obras y de la dotación de sus contenidos es de aproximadamente un millón de euros, informa I. PULIDO.