Cudillero,

V. DÍAZ PEÑAS

Lo que empezó siendo una visita normal y corriente al museo del calamar gigante de Luarca acabó convirtiéndose en la temática principal de una exposición de pintura. El mundo de los monstruos marinos encandiló a la pintora húngara Brigitta Jarvas, residente en Cudillero, y acabó pintando una serie de cuadros donde se mezcla la fantasía y la realidad y que desde hace unos días y hasta el próximo siete de noviembre se exhibe en el Centro de Día de Cudillero. Con esta muestra la artista pretende reflejar la admiración y el respeto que supone para ella la mar, algo que en su país de origen no existe.

Brigitta Jarvas lleva un año viviendo en Cudillero con su marido. Recaló en la villa pixueta después de estar viviendo diez años en su Hungría natal. «Queríamos venirnos a España y buscábamos un lugar con mar y montaña. Conocía Cudillero por fotografías y acabamos aquí. Estoy encantada, porque es un lugar muy pintoresco», apunta esta artista que tiene la pintura como hobby y como profesión. Cudillero ha sido el puerto que la ha dado la inspiración para crear los cuadros de la exposición.

Como explica esta húngara, la idea de la muestra surgió tras una visita al museo del calamar gigante. «Después de visitar el museo me di cuenta de que realmente no sabemos lo que hay en el mar. Pretendo reflejar el misterio que supone imaginar monstruos marinos a la vez que intento plasmar la belleza del entorno», comenta frente a uno de los diez cuadros que conforman la exposición.

Su estilo está marcado, como ella misma asegura, por los colores vivos y por altas dosis de creatividad. Por el momento, quien ha visitado la exposición ha quedado satisfecho. «La gente dice que les gusta lo que hago, aunque en realidad es algo diferente. No son paisajes ni realidades, son más bien sensaciones. Creo que la pintura debe buscar esto. Para plasmar la realidad ya está la fotografía», apunta mientras aprovecha para promocionar su trabajo. «Todos los cuadros se venden y también acepto encargos», dice.

La exposición, que se puede visitar en el horario habitual del Centro de Día, es la primera de la artista húngara en Asturias. No obstante, su trabajo ya ha sido mostrado en otros puntos de España. Brigitta conoció a su marido haciendo el camino de Santiago. Él regentaba un albergue en Burgos y ella peregrinaba hacia la ciudad gallega. Se enamoró y acabó viviendo cinco años en un pequeño pueblo burgalés. Allí realizó varios murales relaccionados con el camino jacobeo.

Cuando fue madre tuvo que dejar de lado su afición artística. Sin embargo, ahora que sus hijos ya son mayores ha podido volver a hacer lo que tanto la gusta. Da clases de pintura en el concejo y gracias a esta muestra, que lleva por título «Monstruos sumergidos en las costas de Cudillero» ha podido dar a conocer su trabajo en madera y pintado en acrílico a sus vecinos. La muestra cuenta con el apoyo del área de Cultura del Ayuntamiento.

Hasta el próximo siete de noviembre será posible disfrutar de los mostruos que merodean por las aguas de Cudillero. Para participar en este viaje fantástico solo hay que acercarse hasta el Centro de Día de la villa y dejarse llevar por la imaginación. «Animo a vecinos y visitantes a que visiten la muestra, seguro que no les defrauda», apunta la artista. Pero ojo, es posible que después de ver la exposición contemplar la mar sea distinto: Los calamares se pueden convertir en intrigantes monstruos.