La Caridad

(El Franco),

-El Ministerio de Fomento alega problemas ambientales para no reconstruir la carretera nacional 634 a la altura de El Bao. ¿Está de acuerdo con esta postura?

-Una cosa es la protección ambiental y otra cosa son las mentiras. En «Xeira» no aceptamos lo último. No nos pueden decir que no reconstruyen la nacional por motivos ambientales y de protección porque para eso tienen que hacerse estudios de impacto. No podemos estar de acuerdo con esta postura porque eso no es estar preocupados por el patrimonio natural, como lo estamos nosotros. Eso es estar preocupados por el presupuesto, que no llega para tanto. Si la vía existía antes y el impacto no era tan importante, no lo es ahora.

-¿Qué necesita el Occidente?

-Muchas cosas, pero por centrar el debate en algo, en «Xeira» estamos elaborando un manifiesto para apoyar nuestro patrimonio y para promover su conservación con algunas pautas. Intentaremos que en esta iniciativa nos apoyen todos los alcaldes. Nos preocupa especialmente que se construyan parques eólicos. No estamos en total desacuerdo con las energías llamadas limpias, pero creemos que una sola zona de Asturias no puede asumir todo el impacto. Es fácil comprar a los 200 vecinos de los concejos Pesoz o Villanueva de Oscos con un cheque eólico, pero no a los vecinos del centro de Asturias, que están más movilizados. Creemos que por eso todas las torres vienen al Occidente. Y llegan para quedarse.

Montañero y veterinario

Xabiel González tiene 53 años y es un gran amante de la montaña, donde suele refugiarse siempre que puede. También es un apasionado de Asturias. Aunque manifiesta que siente gran amor por el Occidente, la comarca en la que vive desde hace 30 años, asegura que su concejo favorito es Ponga. Le encanta el paisaje. Es veterinario de profesión y reside en Valdepares, en el concejo de El Franco. Lidera el colectivo Xeira desde que se constituyó, en 1989; ello le obliga a estar siempre informado de todo lo que ocurre en el Occidente «y esa es una gran tarea». La asociación que dirige es una fiel defensora de la fala y de todo el patrimonio del Occidente, incluido el natural, algo que últimamente le genera especial preocupación. Le gusta salir en piragua al mar y navegar por los ríos asturianos; también cuidar a los animales, algo que hace cada día por su profesión.