Luarca,

-¿Qué le parece la labor que se realiza en Asturias para evitar los malos tratos?

-Mi interés por Asturias, además del hecho notorio de la belleza de esta tierra, va unido al reconocimiento de que esta comunidad trabaja y pone todo su empeño en proteger a las víctimas de la violencia contra la mujer.

-El Principado tiene una superficie rural muy amplia. ¿Cree que hay diferencias sustanciales entre las víctimas en el medio rural y en el urbano?

-La mujer del mundo rural tiene más dificultades y está más ahogada.

-¿Qué líneas de actuación sugiere?

-Hemos avanzado mucho, pero no sólo se debe actuar desde el ámbito penal. Eso no es suficiente. También tenemos que trabajar en la prevención de los hechos delictivos y en sensibilizar a la sociedad del problema en general.

-Le han otorgado el premio «Valdesana 2011» por ser usted «un recordatorio constante de que la Fiscalía puede ser, para las víctimas de esta lacra, la mejor defensa».

-Es un honor. ¿Quién iba a imaginar hace poco que una asociación de mujeres combativa y crítica se iba a fijar en el aspecto más desconocido del fiscal, el de la protección a las mujeres que sufren los malos tratos?