Castropol,

T. CASCUDO

«Esto tiene que gustarte, si no, cómo íbamos a salir de casa a las nueve de la noche después de todo el día trabajando». Es la explicación que da una de las artistas florales de la asociación El Pampillo de Castropol. A mediados de abril comenzaron a reunirse para iniciar los preparativos, y ahora trabajan ya a pleno rendimiento para que todo esté listo para la fiesta del Corpus Christi, el próximo domingo 26 de junio.

El grupo que estos días se reúne en un garaje próximo al Ayuntamiento está mayoritariamente compuesto por mujeres de mediana edad. Echan de menos a más jóvenes durante todo el proceso de preparación. Ni siquiera consiguen arrastrar a sus hijos: «Los traes cuando son pequeños, después ya empiezan a pasar, pero para que esto siga por muchos años tienen que implicarse».

En la puerta del punto de reunión y almacén de materiales están colgados unos folios con los diseños que el día 26 de junio serán llevados a las calles castropolenses, en una celebración que, por cierto, goza del distintivo de fiesta de interés turístico. En total se diseñarán trece alfombras que llenarán de color las calles Acevedo, Amor, Del Campo, Penzol Lavandera y las plazas del Cruzadero y el Ayuntamiento. Cada alfombra cuenta con un responsable encargado de coordinar los trabajos que luego ejecuta el resto del grupo.

El primer paso es el de determinar los diseños. Cada año las alfombras se renuevan por completo y las ideas para ello salen de los lugares más inverosímiles. Dice Ovidio Vila que se buscan cenefas en libros, en internet, incluso la inspiración puede llegar de un azulejo del baño de un bar.

Una vez están claros los diseños, y con un mínimo de dos meses de antelación, comienza el trabajo. Ahora, como la mayor parte de las calles en las que se actúa están empedradas, optan por hacer los diseños sobre papel, que luego se coloca en el suelo. La operación permite llevar trabajo adelantado, lo que reduce el tiempo de labor la noche previa al Corpus Christi.

El hecho de que este año la fiesta haya caído más retrasada supondrá algunos cambios en cuanto al tipo de flor. «Habrá más hortensias y menos rosas», precisan. Hasta ahora se han concentrado en el trabajo con cuencos de eucalipto y macarrones, es decir, productos no perecederos. En concreto los cuencos de eucalipto -al menos los que están en mejor estado- se recogen de las calles y se guardan de año en año. Estiman que ahora tendrán sobre 40.000 unidades recogidas.

Esta semana empezarán con el verde y quince días antes de la fiesta recogerán el pampillo, la flor que da nombre al colectivo. La fiesta sale adelante con muy poco presupuesto, pero con muchos amigos que donan flores para la ocasión y, por supuesto, la ayuda de todas las personas que trabajan en este arte floral.

Hoy comienza una nueva semana de faena, ya que sólo se descansa el sábado y el domingo. A partir de las nueve y media los artistas florales se darán cita en un rincón de Castropol para dar forma paso a paso a uno de sus días más brillantes.