Belmonte, Lorena VALDÉS

Por qué conformase con una réplica de la estela funeraria de Bodocena, uno de los principales restos arqueológicos de Belmonte, si se puede contemplar la original. El propietario de la pieza que data del siglo I después de Cristo, Ceferino Marrón vecino del núcleo belmontín de Villaverde, anunció ayer durante la inauguración de la remodelación del Aula del Oro, su deseo de que la estela original, que ahora está «plantada» en el jardín de su casa, sustituya a la reproducción exacta con la que actualmente cuenta el centro de interpretación que repasa la historia de la extracción de metales en la comarca.

Ceferino Marrón encontró, hace unos veinte años, la pieza en la estructura de una de las tres casas contiguas que había comprado para transformarlas en una nave para su ganado. «Cuando apareció le dije a los obreros cuidármela bien que no quiero que le pase nada. Yo sabía que era algo importante y desde entonces por mi casa ha pasado mucha gente a verla», recordó el vecino durante su visita a la exposición del aula que repasa la evolución de las técnicas de extracción de oro desde tiempos prerromanos hasta la actualidad con la ayuda de audiovisuales, maquetas, nuevos paneles informativos y elementos interactivos.

Además de la estela -que presenta un texto bien conservado que viene a significar lo siguiente: «Bodocena, hija de Aravo, del Castelo Agubrigense, de doce años, aquí se halla enterrada»- el centro cuenta con otros atractivos, con un apartado nuevo dedicado a la orfebrería castreña y a las técnicas de extracción indígenas, y otro espacio dedicado a explicar el antes, el durante y el después de la actual explotación aurífera de Belmonte.

La inauguración de la muestra -que se plantea como un complemento al museo del oro de Navelgas, en Tineo, y se abrirá de forma regular al público a partir del próximo fin de semana- fue uno de los últimos actos como Alcalde de Roberto Pérez, que tras 32 años como regidor cederá el bastón de mando el próximo 11 de junio a su sucesora, la también socialista Rosa Rodríguez. «El oro es el pasado, el presente y el futuro de las tierras de Miranda», afirmó ante los maderos de entibación de una galería romana, «una de sus debilidades» de la muestra.

Las obras de rehabilitación y modernización del Aula del oro de Belmonte, inaugurada en el año 2001y que se había quedado obsoleta en cuanto a sus contenidos, fueron promovidas por el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Camín Real de la Mesa y financiadas con unos 200.000 euros procedentes de los fondos Leader. Ahora, el centro comienza una nueva etapa con más salas, más contenidos y joyas como la auténtica estela funeraria de Bodocena, oro molido para atraer visitantes.