La Fundación Príncipe de Asturias expone hasta el 15 de agosto una muestra de fotografías en el parque Vicente Loriente de Castropol. Las imágenes estarán al aire libre para acceso de todos los visitantes de la villa, ubicadas en unas estructuras de madera -en la foto-. Son instantáneas de las visitas del Príncipe Felipe a los pueblos galardonados, que recogen algunos de los momentos más emotivos, informa T. C.

Castropol,

T. CASCUDO

El núcleo somedano de Villar de Vildas fue en 2004 la última localidad del Occidente en recibir el premio Pueblo Ejemplar de Asturias. Desde entonces han pasado siete años. Es la razón por la que el presidente del jurado del galardón, el empresario Francisco Rodríguez, reconoció ayer la deuda y se comprometió a luchar por que el premio regrese este año a la comarca occidental: «Haremos todo lo posible para que nuestro peso haga que el premio venga al Occidente. Haremos todo lo que sea necesario, sin trampas».

El presidente de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas) aseguró ayer que la deliberación del jurado del premio es complicada y hasta el último momento puede pasar cualquier cosa: «La zona occidental es mucho más amplia que la oriental y debería tocar este año a Occidente, pero hay que tener en cuenta que el jurado es de treinta personas y es muy complicado. Hasta el último momento no se sabe».

El próximo diez de agosto se cerrará el plazo de presentación de candidaturas a la vigésimo segunda edición del premio, cuyo fallo se desvelará a mediados de septiembre. El año pasado el galardón recayó en el núcleo de Lastres (Colunga) en una complicada deliberación que dejó como finalistas a San Tirso de Abres y Santa Eulalia de Oscos, ambos en la comarca occidental.

Los premios Pueblo Ejemplar estuvieron ayer muy presentes en Castropol donde se inauguró una exposición itinerante sobre las localidades galardonadas en los 21 años de historia de este reconocimiento que concede la Fundación Príncipe de Asturias. En el acto inaugural no sólo estuvo presente Francisco Rodríguez, sino que también acudió la directora de la Fundación, Teresa Sanjurjo.

El primero en intervenir fue el Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, quien destacó la importancia que supuso recibir el distintivo en 1997. «El galardón fue un estímulo para preservar los méritos que en su día nos llevaron a lograr la distinción, que hemos llevado con responsabilidad y lucido con orgullo».

El presidente del jurado, Francisco Rodríguez, hizo alusión a la especial relación que le une a Castropol y a su amigo José Luis Pérez de Castro. Destacó lo que el premio supone para la mejora de la autoestima de los pueblos, y el papel clave que juega el mundo rural en la actual situación económica: «Todo desarrollo de España pasa por el campo y sin él no hay desarrollo real posible a la larga. En momentos de dificultad máxima, el campo está también experimentando las dificultades que se derivan de una política agraria común no del todo acertada y en una debilidad rural que es preciso corregir».

El empresario aprovechó su discurso para hacer alusión a la polémica sobre el nombre de la ría que baña Castropol y a la que desde la orilla gallega se refieren como ría de Ribadeo. Rodríguez defendió el nombre de ría del Eo: «Todo río tiene dos orillas y por tanto la orilla asturiana respecto del Eo debe tener la misma valoración que la gallega, y por tanto la ría del Eo es la del Eo».

La ronda de intervenciones la cerró la directora de la Fundación quien avanzó su interés por fortalecer los vínculos entre los pueblos ejemplares de Asturias. Sanjurjo aseguró que los pueblos reconocidos con este distintivo son «un activo valiosísimo para la Fundación».