Agüera del Coto

(Cangas del Narcea),

Pepe RODRÍGUEZ

Todos los sectores sociales del suroccidente de Asturias han condenado los fuegos provocados que esta semana han calcinado parte de los montes de la comarca, incluidos terrenos pertenecientes al parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Las tensiones entre conservacionistas y ganaderos, y entre los usuarios del monte, como los cazadores, y la Administración, siempre han sido una clave de la problemática del fuego en la zona.

Maximino Ron, presidente de la asociación de ganaderos Aseava, consideró que «esto es una locura» y añadió que «quemar de esta forma es una aberración y tiene nuestra condena enérgica». Ron, no obstante, criticó a quienes culpan a los ganaderos: «se habla mucho, siempre de más. Para los ganaderos es mucho peor este remedio que la enfermedad, así que no se puede culpar tan alegremente a un colectivo preocupado como el que más o, mejor dicho, más que nadie, por nuestro entorno», aseguró.

El presidente de Aseava ha urgido a la Administración a que se siente con las partes a analizar lo sucedido y a aportar soluciones. «Deberían facilitarse la labor del ganadero y el uso de los pastos. Somos los primeros que queremos mantenerlo todo decente, limpio, como siempre ha estado gracias a nosotros, a los cuidados de los ganaderos. Si hiciesen un plan de desbroce serio seríamos los primeros en apoyarlo y, seguramente, no habría fuego», añadió, en referencia a que las quemas controladas siempre han sido una forma de mantener a raya la maleza. «Que no se cierren los pastos y, si se pueden quemar dos paladas de maleza, de forma controlada, que se haga. El entendimiento es fácil y siempre lo hubo. Eso sí, al pirómano, que le caiga todo el peso de la ley encima, que son cosas diferentes», concluyó.

Gonzalo Aumente, pesidente de los cazadores de Cangas, opina de forma similar: «si hubiese quemas programadas por la Consejería, controladas, para acabar con la maleza, nunca habríamos llegado a esta situación. De esta forma indiscriminada se quema lo que se quiere y lo que no se quiere y acaba en desastre para todos». Ls cazadores están esperando a los datos oficiales que facilite el 112, pues no podrán cazar en las zonas donde la superficie quemada rebase el 20 por ciento del total del terreno.

Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista de Asturias, ha solicitado la convocatoria urgente del Consejo del fuego, que lleva año y medio sin reunirse, y ha lanzado una propuesta al Gobierno del Principado sobre tres puntos concretos: acciones de información, persuasión y negociación con el mundo rural; propuesta de alternativas al uso del fuego para crear pastos, y medidas coercitivas y de regeneración del monte. «Es desolador ver cómo los poderes públicos no toman conciencia del problema y hasta lo minimizan tratando de restarle importancia».