Cudillero, Sara ARIAS

La marca de calidad «Pescado de Pincho, Cofradía de Cudillero» avanza con fuerza. Si en 2011 un proyecto de incorporación de nuevas tecnologías en el ámbito rural introdujo en cuatro embarcaciones del puerto pixueto un sistema informático a través de PDA, a día de hoy son ya 20 las embarcaciones informatizadas de las 62 inscritas en la cofradía, que tiene pensado seguir dotando a la flota con este sistema.

Consideran que el futuro de la pesca artesanal pasa por la capacidad de diferenciar la calidad sus productos, en contraste con la pesca de altura contra la que, aseguran, no pueden competir «ni en cantidad ni en regularidad, tan solo podemos hacerlo con la calidad, este es nuestro futuro y no hay otro», afirma, tajante, Salvador Marqués, patrón mayor de la cofradía «Virgen del Carmen» de Cudillero.

Este sistema, denominado, «live in lab», permite a las embarcaciones registrar todos los datos de las capturas en el mismo momento en que se embarcan. El patrón del barco introduce en la PDA el número de capturas, el lugar y hora de la pesca y el peso de los peces. Así, cuando la embarcación va entrando en el puerto esta información se transfiere a través de red WIFI al ordenador de la cofradía, que válida los datos y «asigna un crotal con una numeración a todas las capturas que cumplan los controles de calidad», explica Marqués.

Mediante esta etiqueta de calidad el consumidor podrá conocer en la web de la cofradía datos adicionales como el nombre del barco, la fecha de captura, el peso, etcétera. La marca de calidad persigue que los productos sean reconocidos por su calidad, ya que son pescados con artes tradicionales, el pincho y el palangre. «Es algo que creemos que es bueno para toda la cadena: pescadores, comerciantes y consumidores», opina Marqués.

Pero, por lo visto, no todos piensan igual. «Vemos poco interés en los mayoristas y minoristas en tener un pescado de calidad y cada cosa tiene que tener su precio, ni más ni menos», declara Marqués. El 90 por ciento de las capturas del puerto pixueto se va directamente a Mercabarna, en Barcelona, aunque Marqués comenta que hay un comprador asturiano muy interesado en la marca de calidad.

Marqués también ve en las normas dictadas por Bruselas una barrera más para la pesca de bajura: «Estamos ahogados con todas las normas y cuotas europeas que caen sobre todos por igual cuando no debería de ser así», manifiesta. Se refiere a las diferencias en cantidades y en regularidad entre la pesca de bajura y la de altura, contra la cual afirma que no pueden competir. «El grande resiste y el pequeño se hunde», detalla. Ésta es una de las razones por las que cada día apuestan más fuerte por la marca de calidad, que garantiza la frescura y la utilización de pesca artesanal y es respetuosa con el medio ambiente.

El puerto de Cudillero es el último reducto de esta pesca tradicional. El futuro de la pesca de bajura pasa por una apuesta por la marca de calidad, que dota a los productos de un valor añadido, que, además, revaloriza su precio en el mercado. Con la vista puesta en los próximos años, Marqués espera poder asignar a las 62 embarcaciones del puerto de este sistema informático y conseguir que todos los productos que salen de la lonja pixueta lleven consigo este sello. La marca de calidad mantiene a flote el futuro de la pesca tradicional de caña y anzuelo.