El PSOE, tras analizar el batacazo electoral en su congreso, ha decidido que no se había equivocado en nada y que van a recuperar el terreno inexplicablemente perdido mediante un proceso de renovación liderado por el señor Rubalcaba (el resumen es mío; el chiste, suyo). Esta Reconquista la empezarán, obviamente en Asturias, las huestes de don Javier Fernández, que, tras pasarse la anterior campaña amenazando con que la derechona iba a compincharse, ahora la pasará criticándolos por no hacerlo y, además, explicando su compincheo con el PP en defensa de los chiringuitos comunes. Echarán de menos a ese líder que tanto contribuyó a sus victorias en el pasado: don Ovidio Sánchez, en Madrid con el Imserso. Conservarán, en cambio, la muleta que alquilaban para sostenerles (cuando hacía falta) por la parte izquierda, porque el señor Iglesias hará el sacrifico de volver a presentarse (el chiste es de él). Una Reconquista, en fin, sin prisas. La anterior tardó siete siglos.